El pulso de Rivera

SPC
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El 'naranja' propone una ley electoral que ampare la igualdad de todos los españoles y el interés general

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, es partidario de establecer una serie de mínimos en el tablero de juego político, con la vista puesta ya en los próximos comicios regionales y autonómicos que se celebrarán en España en 2019, si es que el nuevo Gobierno del PSOE agota la legislatura y no llama a las urnas antes de 2020. Y así lo dejó claro ayer, al proponer una ley electoral en la que los partidos deban obtener un tres por ciento del total nacional de votos para entrar en el Congreso de los Diputados.

Rivera, que cerró el acto que la plataforma España Ciudadana celebró en Málaga, reivindicó un sistema donde se proteja la igualdad de todos los españoles y el interés general. «Necesitamos una ley electoral que fije un umbral del tres por ciento del voto nacional para que un partido tenga representación en el Congreso; se debe proteger el interés general», destacó, mientras la gente gritaba que quería votar.

El líder naranja mantuvo, además, que quiere listas abiertas, en la que los votos valgan igual en todo el país: «Queremos una ley electoral justa y eso significa también que los españoles no estén en manos del 0,5 o 0,7 por ciento de nacionalistas que cambian de gobierno o deciden los presupuestos», aseveró, rechazando que la Sanidad, la Justicia y todas las partidas presupuestarias dependan de grupos como Bildu.

También defendió el proyecto de Europa, del que manifestó que es el más complejo que se ha tenido, «pero también el más importante y exitoso». Asimsimo, insistió ante unas 4.000 personas, según la organización, que sí se puede reformar la Constitución pero para «mejorar y fortalecer España», «no para debilitarla y liquidarla para contentar a Puigdemont, a Torra y a los separatistas».

La intervención de Rivera fue interrumpida varias veces con gritos de «presidente, presidente» y «queremos votar», algo a lo que el líder de Ciudadanos replicó diciendo que le gustaría ser presidente del Gobierno de España «pero no a cualquier precio sino para mejorar este país».

En este sentido, criticó que el nuevo jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, pueda pensar que los españoles estén de acuerdo con que se levante el 155 en Cataluña y rechazó que haya entrado por la puerta de atrás, al tiempo que recordó que «22 partidos separatistas han apoyado al socialista».

Así, el naranja se preguntó por qué «le tiene tanto miedo al pueblo español y por qué no podemos decidir al presidente votando en las urnas», momento en el que fue interrumpido por los asistentes por los aplausos.