l ministro de Fomento, José Luis Ábalos, era el que abría la puerta. Hace unos días instaba a buscar una fórmula que sirviera para ganratizar el mantenimiento de la red de autovías del Estado, libres de peaje pero que tienen un coste anual para las arcas públicas de 11.000 millones de euros. Un ‘alguien tendrá que pagar esto’ en las carreteras frente a aeropuertos, ferrocarril o puertos marítimos que se pagan por su uso a través de tasas o cánones. La Asociación Española de Carretera (AEC), por ejemplo, cifra el déficit de la conservación del total de las carreteras españolas en más de 7.000 millones de euros.
Ábalos ponía sobre la mesa el debate de introducir peajes en todas las vías de alta capacidad haciendo suyo parte del argumentario de la patronal de grandes constructoras y concesionarias, Seopan, que estos días aprovechaba para entregar al Ejecutivo «argumentos y estudios económicos» de cómo se podría hacer y qué aportaría el cobro por circular por las vías de alta capacidad.
La patronal de las grandes constructoras considera que para los próximos 25 años, las autopistas y autovías del país podrían contar con un peaje de entre uno y tres céntimos por kilómetro para vehículos ligeros, y de cinco a catorce para los pesados.
En Ciudad Real, según los últimos datos del Anuario del Ministerio de Fomento referidos a 2016, la provincia tiene 339 kilómetros de autovías libres de pago de un total de 4.254 kilómetros de carreteras. En Castilla-La Mancha sólo Albacete y Ciudad Real están libres de pejaes en las autovías, mientras que Guadalajara suma 24 kilómetros, Cuenca otros 50 y Toledo hasta 140 kilómetros de pago.
Así, al mismo tiempo que se eliminan los peajes en autopistas cuya concesión vence, como la conexión de Madrid hacia Francia por Castilla y León, el Gobierno introduce el debate de implantar tasas por esos 339 kilómetros de la provincia, donde se dan circulaciones medias, especialmente en la A4, la autovía de Andalucía que cruza Ciudad Real de norte a sur, que superan los 25.000 vehículos al día.
Con la propuesta de Seopan, los conductores ciudadrealeños se verían obligados a abonar entre 37 céntimos y algo más de un euro, 1,12 en concreto, para el costear el trayecto de algo más de 37 kilómetros que separa Ciudad Real y Puertollano, las dos ciudades más pobladas de la provincia a través de la A-41, mientras que los camioneros tendrían que abonar desde 1,86 euros a 5,21, si se multiplica el kilómetro recorrido por la propuesta más económica de Seopan o se opta por la opción más cara para el bolsillo del conductor. Si el destino es Madrid y el punto de origen Ciudad Real, el coste podría dispararse hasta los cinco euros para el vehículo ligero y los 23,5 en el caso de los camioneros.
Si se hicieran de pago todas las autovías que cruzan Ciudad Real, el recorrido de más de 100 kilómetros que van desde Venta de Cárdenas a Puerto Lápice costaría de uno a tres euros para los turismos o de 5,50 a 15,40 para los camiones e ir de Tomelloso a Alcázar podría llegar a costar 69 céntimos e ir de Manzanares a Valdepeñas, 85 céntimos o hasta cuatro euros para un camión. Extendiendo ese cálculo a una futura autovía entre Ciudad Real y Toledo, 74 kilómetros de nueva autovía y 59 más entre Consuegra y la capital regional por la Autovía de los Viñedos, el cálculo para el conductor se elevaría hasta un máximo de casi cuatro euros o algo más de 18,5 euros para el transportista pesado.