Los colores del grafiti o del arte urbano marcaron el inicio de la mañana del sábado en el barrio de la Granja. Así mientras, el coordinador del Festival Vozquehable, Ivan Pérez Dyso y otros voluntarios se afanaba en sacar sillas del centro social para organizar un debate al aire libre en uno de los jardines, distintos muros del barrio iban cobrando vida en manos de diversas personas.

El artista almagreño Antonio Laguna trabajaba sobre la facahada del acceso principal al Centro Social, mientras que un muro junto a la entrada lucía ya completo un caligrama, un poema en el que la disposición de las letras refleja visualmente el sentido de la composición, realizado por el poeta Felipe Zapico.

Más lejos, en dos casetas de electricidad situadas entre las viviendas, jóvenes del barrio y estudiantes de la Escuela de Arte Pedro Almodóvar realizaba sus propias obras sin indicaciones ni conducción de nadie, nada más que con la opinión de los compañeros y amigos.

Pero la pintura de estos murales era sólo una parte de las actividades previstas. Más tarde se desarrolló una charla sobre derechos humanos, que pronto derivó en una conversación sobre técnicas de mediación social en la resulación de conflictos, mientras que en el local de la Asociación de Vecinos se preparaban migas y gachas para una comida popular a la que asistieron como comensales los integrantes de la batucada y los poetas que por la tarde realizaron un pasacalles poético que contó entre sus espectadores con la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, y varios concejales.