El Belén municipal, renovación continua

D. F.
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Un 20 por ciento de los edificios serán de nueva factura y varias de las figuras se han adquirido de encargo, como el misterio del Nacimiento, totalmente nuevo, obra del artesano José Luis Mayo Lebrija en piezas de 35 centímetros

El Belén Municipal se convierte en protagonista indiscutible de los actos del Centro Cultural Antiguo Casino durante el periodo de Adviento y Navidad y buena parte de ello se debe a la capacidad para sorprender al espectadores que tienen sus diseñadores, los integrantes de la Asociación de Belenistas de Ciudad Real, que cada año buscan hacer «algo completamente diferente», señala su presidente, Antonio Vich, en medio de una de las sesiones de trabajo nocturno que se realizan en el patio central del edificio.

Así para este año calcula que «el 20 por ciento de los edificios son nuevos», hechos por los propios integrantes del colectivo, también se han adquirido figuras nuevas, entre las que destaca el propio Misterio además de una gloria de ángeles que no duda en calificar de «espectacular», que ya estuvo el año pasado en el Belén instalado en la catedral de Santa María del Prado.

Este misterio es un encargo con figuras de 35 centímetros realizado por el artesano José Luis Mayo Lebrija, uno de los más prestigiosos de España, en tanto que la gloria de Ángeles se ha realizado a un tamaño de 30 centímetros; o los Reyes Magos, una obra del artista Joaquín Pérez, de Jerez de la Frontera.

Vich subraya la importancia de contar con piezas de distintos tamaños a la hora de dar perspectiva a la composición. Por ese motivo, cuando la asociación comenzó a colaborar con el Ayuntamiento, «nos propusimos adquirir piezas pequeñas, para las partes más alejadas», porque por aquel entonces «el Belén municipal tiene unas piezas maravillosas, magníficas, pero todas de tamaño grande y medio». Del mismo modo, algunas piezas de la colección del Ayuntamiento han ido quedando relegadas, por  no se corresponder a la época que se quiere reproducir. En este sentido, el presidente de la Asociación de Belenistas remarca que «buscamos la máxima fidelidad a la historia bíblica», con lo que algunos elementos de vestuario inadecuados, como pastores cubiertos con pieles de cordero, «que no se usaban en el siglo I, no suelen colocarse».

El rigor histórico se cuela también en otros detalles, faroles de luz colgados de una pared en los que es imposible apreciar un solo cable, los colores elegidos para el templo o la aridez del paisaje.

Vich subraya que los cambios se deciden en una reunión, «a la que asisten muchos socios y sobre las fotografías del belén del año pasado, vamos viendo qué podemos hacer». Al final los cambios y el diseño definitivo quedan en manos de un director técnico, el vicepresidente de la asociación, Manuel Casas, con una larga experiencia en el diseño y construcción de belenes.

Por otro lado, Vich avanzó que este año el dinero que se deposite en la hucha del belén se destinará a Afanion. El año pasado los beneficios fueron para Autrade (2.200 euros) y el anterior, el primero en que se instaló hucha, para la Asociación Down Caminar. Aún así, en 2015 se entregaron a Cáritas 400 euros que numerosos visitantes habían arrojado al río que recorría el Belén. «Tuvimos que retirar las monedas porque se nos hundía el piso», recuerda Vich y desde entonces ese donativo en forma de monedas de uno, dos, cinco céntimos en su mayoría, tiene ya un destino solidario.