Debate y tensión por el polémico indulto de 'El Juli'

Pedro M. Puerta
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Las mujeres fueron las protagonistas de la tercera tertulia del Ateneo, donde el tema estrella fue la conveniencia del indulto que recibió el toro de Torrealta 'Golfo', lidiado por 'El Juli'

Un momento de la tertulia. - Foto: Pablo Lorente

Tras dos debates en los que la calma chicha había dominado el salón ‘Pandorga’ del hotel NH, surgieron por fin temas candentes que hicieron humear la tranquila balsa de aceite que venían siendo las tertulias delAteneo. Se impuso la sentencia que enunciaría la periodista Sofía Nevado, participante en la tertulia: «Lo bueno de este apasionante mundo es que no hay dos opiniones iguales». Si en los días anteriores el consenso fue total acerca de las orejas concedidas, el juego de los astados y la labor del empresario, ha tenido ‘El Juli’ que armar el lío para encontrar divisiones que animaran el cotarro taurómaco.

Indulto sí, indulto no. En el debate participaron féminas de todos los ámbitos taurinos imaginables. A Nevado, antes citada, se le unieron las ganaderas Macarena Gallego (Javier Gallego) e Inés López (Mollalta), la aficionada y concejal del Ayuntamiento Fátima de la Flor y dos mujeres que viven muy de cerca lo que significa ser torero: Paula Rodríguez, madre de Fernando Tendero, y Alicia González, cónyuge de Aníbal Ruiz.

Las ganaderas, a pesar de ser principiantes, han vivido el mundo taurino desde bien pequeñas. Es por ellos que fueron preguntadas sobre si el toro de Torrealta indultado, «que no fue picado y manseó», merecería para ellas «ser semental en sus ganaderías». López contestó claramente que «valoramos enormemente el juego del toro en varas, así que ‘Golfo’ no me valdría, sería sacrificado». De parecida opinión era Gallego, que no obstante matizó «la importancia para la Fiesta que tiene este indulto».

Fue entonces cuando un conocido aficionado del Ateneo, Alberto Marín, vinculado a la ganadería ciudadrealeña Víctor y Marín, les increpó que «os falta mucho por saber, por lo menos 10 años de experiencia» pues, en su opinión, «vosotras hubiérais echado a ese toro indultado a las vacas al día siguiente, aún con las heridas abiertas». La tensión se apoderó entonces del recinto, espetándole López que «no se me ocurriría echar un toro a criar sin curarle las heridas y si digo que no lo utilizaría como semental, es que no lo haría», a lo que siguió un fuerte aplauso. El taurino les acusó también de «no saber tentar en su ganadería, porque se deben  tentar erales (de dos años) y sin hacer mucha sangre, no como tentáis vosotras, machacando mucho a utreros (tres años)». Mientras, Gallego contestó que indicando que «desde mi abuelo trabajamos así, probando bastante a los astados para saber lo máximo de su conducta».

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