Comercios y bares pedirán que se desautorice el cierre de General Rey

I. Ballestero
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La comunidad de propietarios colocó en el día de ayer la primera de las puertas para cerrar el pasaje, situada en la calle Palma, lo que provocó un nuevo enfrentamiento vecinal

Cinco meses después de que la comunidad de propietarios del número 8 de la calle General Rey aprobara la colocación de dos cerramientos en los extremos del pasaje que comunica los bloques de viviendas y locales comerciales, y que desemboca en sus extremos en las calles Palma y General Rey, la primera de las puertas para controlar el acceso a esta propiedad privada se colocó en la mañana de ayer, y vino acompañada de un nuevo enfrentamiento entre los hosteleros y propietarios de los comercios ubicados en los locales de la planta baja de los inmuebles y los vecinos. Tanto que hasta cuatro agentes de la Policía Local se tuvieron que personar en el lugar para mediar en un encontronazo en el que las partes volvieron a sostener, sin acuerdo, las posturas que les enfrentaron ya en el mes de mayo, a propósito de la colocación de estas puertas. De un lado, la comunidad de propietarios, que defiende que los 85 vecinos «tienen derecho al descanso» y que el espacio «es una propiedad privada», y como tal se acota; de otro, los responsables de una decena de comercios y establecimientos hosteleros que aseguran que el cierre del pasaje va a reducir su capacidad de negocio.

Por este motivo, los propietarios y responsables de locales comerciales se organizaron ayer para reclamar al Consistorio que revierta la autorización para la colocación del cerramiento. «Enviamos las alegaciones, pero hoy, cuando hemos ido a preguntar, nos han dicho que no llegaron a tiempo para incluirse en el expediente, y que volverán a estudiarlas», explicó a La Tribuna Miguel Ángel Barba, uno de los propietarios de locales comerciales en la zona. De esta forma, en la mañana de hoy tienen previsto volver a presentar el escrito que elaboraron en contra de la colocación del cerramiento, que por el momento es una puerta de tres módulos situada en la calle Palma, con uno de ellos habilitado para la entrada y salida.

«Tenemos contratados trabajadores, pagamos Seguridad Social e impuestos y no nos dejan explotar nuestros negocios con garantías», añadió Zeki Acar, propietario de un restaurante turco ubicado en el pasaje, que aseguró que con la colocación de esta primera puerta y de las dos con las que se completará el cerramiento por la calle General Rey «no entrarán nuestros clientes, tendremos que despedir a la gente y cerrar».

En el extremo contrario se sitúan los vecinos. El presidente de la comunidad, Julián Espartero, aseguró que los 85 propietarios que residen en los bloques de viviendas «estamos hartos de peleas, de ruidos y de no poder descansar por las noches», y defendió que el cerramiento colocado en el día de ayer «tiene autorización municipal y cumple con todos los trámites». Además, recordó que la intención de la comunidad «es que la entrada por General Rey permanezca abierta para la entrada de los clientes, por lo que no vamos a dificultar el acceso, pero lo que no podemos permitir es que el patio, que es una propiedad privada, se nos llene de ruidos, de pelas y de suciedad por las noches».

Espartero explicó que la puerta colocada ayer «tiene desmontada la mitad de la cerradura, así que se puede acceder a los comercios y bares», pero reconoció que en el futuro, y manteniendo el acceso por General Rey, «si los vecinos deciden que se cierre por esta parte se cerrará».