'Plaza de las Terreras' propone la cesión del convento

R. Ch.
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Una visita reciente permite a la asociación cultural constatar el «buen estado» general del inmueble sobre el que los religiosos confirmaron su intención de intentar venderlo

La Asociación Cultural Plaza de las Terreras, Anteriormente Plataforma Ciudadana ‘Salvemos las Terreras’ ha propuesto a los responsables de la orden religiosa de la Inmaculada Concepción la cesión del convento del siglo XVI aunque los actuales responsables del inmueble, calificado como Bien de Interés Cultural, siguen apostando por la venta del edificio, según indicó a La Tribuna el presidente de la asociación, José Ignacio de la Rubia, tras el encuentro mantenido esta semana con los religiosos a los que trasladó la propuesta. «La pusimos encima de la mesa», dijo De la Rubia, que dijo que puede ser una salida para la orden, ya que están obligados a su mantenimiento, un gasto que con el paso de los años irá creciendo, explicó el responsable de la plataforma ciudadana y más ante las «dificultades» que se plantean para vender un BIC. De hecho, el responsable de la asociación cultural reveló que la orden ha mantenido contactos con Paradores de Turismo de España y con otros inversores «que al final han quedado en nada».

De la Rubia reconoció que la relación con la orden de la Inmaculada Concepción «es muy fluida» y que en la última visita que realizaron a Ciudad Real tuvo la oportunidad de conocer el estado actual en el que se encuentra el convento, «que salvo cosas puntuales, como algunas humedades, está en muy buena situación», reconoció.

«Es un edificio de muchísimas posibilidades de futuro», dijo De la Rubia que apuntó también que siguen a la espera de que la Junta cumpla con la actual legislación sobre patrimonio en Castilla-La Mancha que obligaría a mantener abierta el inmueble hasta cuatro días al mes. «Estamos a la espera de que la Junta curse la petición», aseveró De la Rubia, que recordó los contactos mantenidos con las distintas administraciones, Gobierno regional, Diputación y Ayuntamiento, a los que se instó a que compraran el convento, «aunque no hubo suerte».