Este Yugo UD Socuéllamos demostró en la tarde del domingo que va muy en serio. Es cierto que el CD Madridejos de Sergio Rubio puso las cosas más que complicadas al conjunto blanquiazul, a pesar de que los socuellaminos pronto se adelantaron en el marcador gracias a un gol de Carlos García, que en el día de hoy abandonó su posición habitual de lateral para ocupar el extremo derecho debido a las ausencias de Chupi y Garrido, ocupando Marc la banda derecha en la defensa. Esa fue la novedad más destacada de un equipo que aprovechó el largo recorrido del jugador de Argamasilla para, después de una pared con Marc, presentarse en el área para batir a Miguel con un tiro cruzado.
Los locales, a partir del gol, siguieron con el dominio del esférico en el centro del campo, plantándose con peligro en el área toledena, pero con acciones que no se concretaban de cara a gol, frente a un Madridejos que, a decir verdad, no se puso nervioso, siguió a lo suyo, dejando el dominio a los locales, pero agazapado esperando una oportunidad que les llegó a escasos minutos del descanso, cuando Momo controló un balón en largo, le ganó la espalda a Jacinto y se sacó un latigazo seco y raso, pegado al poste izquierdo de Arellano para silenciar el Paquito Giménez.
Tocaba volver a empezar para los socuellaminos tras el paso por vestuarios, y los locales buscaron cómo romper el planteamiento defensivo planteado por Sergio Rubio, con una defensa de tres centrales y dos carrileros largos que, por momentos, se le atragantaba a un Yugo que no sabía cómo romper a un rival que, con el paso de los minutos, se fue creciendo sobre el campo y que, a pesar de no disponer de ocasiones claras de gol, dejó claro que no iba a vender fácil su derrota.
Con el paso de los minutos, el dominio local fue haciéndose más evidente, pero enfrente estaba un Madridejos consciente de que un punto era un botín más que preciado de un campo como el Paquito Giménez, y entonces no rehusaron de ningún aspecto, llegando incluso a buscar unas pérdidas de tiempo que exasperaron a una afición local que veía cómo se consumían los minutos y los suyos no eran capaces de perforar el sistema madridejense.
Pero cuando el partido enfilaba su recta final, un balón dentro del área fue controlado por Parada después de una jugada desde la banda derecha, para fusilar a Miguel y romper un empate y dar momentáneamente unan victoria que por insistencia era merecedora para el Yugo. A partir de ahí, se desmelenó un equipo local que no se conformó con esa mínima ventaja y que no dio lugar a la sorpresa de última hora, siguiendo percutiendo la meta rival hasta que Megías empujó en boca de gol un balón de un omnipresente Marc en ataque para certificar una victoria que permite a los socuellaminos alcanzar la segunda posición en la tabla.