Ni rachas diversas ni situación clasificatoria. El derbi entre Calvo Sotelo Puertollano y Manchego estuvo marcado por la histórica rivalidad entre ambos equipos y por la enorme expectación que había generado un ‘clásico’ provincial que no defraudó. Al final, un empate luchado hasta la extenuación por ambos bandos y que contó con tres expulsados para dar fe de la intensidad con la que se juegan este tipo de partidos.
Al cuadro capitalino le dio igual la presión: salió más ambicioso que de costumbre y en una magnífica contra conducida por Pascu y Antonio lograba adelantarse por medio de Biho. El Manchego jugaba a la perfección entre líneas y llegaba con rapidez arriba ante un Calvo Sotelo blando en defensa; superado a la espalda e indolente en el juego aéreo, con remates claros de Poblete y otro de Javi Ramiro que terminaba en gol anulado por fuera de juego, el conjunto industrial estaba más cerca de recibir el segundo que de amenazar con verdadero peligro la meta de Sergio.
El Manchego jugaba con la ansiedad de los locales, pero no supo ver que el Calvo Sotelo, herido en su orgullo, tenía armas para morder. Lo hizo Iván Limón, que consiguió cabecear un balón llevándose por delante a Sergio para dejar el gol en bandeja a Valdivia. Los mancheguistas se quejaron de fuera de juego y de falta sobre el portero, pero el tanto subió al marcador. Y como el fútbol depende de los estados de ánimo, los de Andrés Viñas, animados por hacer un gol a un equipo que no había recibido ninguno en los tres partidos anteriores, empezaron a mejorar sus prestaciones. Iván Limón era un estilete, desbordaba por la derecha y suyo además fue un remate que se marchaba fuera por poco.
Pero el descanso dio tregua a una primera parte equilibrada en su conjunto, con un Manchego diestro en su orden y un Calvo Sotelo a fogonazos que consiguió intimidar a su rival.
Pero el punto le servía muy poco a los locales, que anclados en la última posición de la tabla necesitaban el triunfo para demostrar que su posición en la tabla era ilusoria.
Y así arrancó el segundo acto, con un conjunto industrial más protagonista, con mayor posesión de balón y sobre todo con mayor convicción. A eso se le suma que Carlos Lucio veía la segunda amarilla en el 57 tras una entrada a destiempo sobre Cristian. Inclán movió ficha ante la inesperada situación y daba entrada a José Arturo, que se instaló en el costado derecho, sacrificando a Antonio. El Manchego, con este cambio, renunciaba a muchas de sus opciones ofensivas.
El partido se ponía de cara para el Calvo Sotelo, una oportunidad de oro para decidir el ‘clásico’ provincial. Pudo hacerlo Valdivia, pero Sergio le ganaba el mano a mano en un acción en la que el atacante local lo tenía todo a su favor. El extremo volvía a ser protagonista con un gran disparo que rechazaba con apuros Sergio para acabar en el fondo de las mallas tras recoger el despeje Iván Limón, pero éste se encontraba en fuera de juego a juicio del colegiado.
Pero cuando más sufría el Manchego, una durísima entrada de Marco sobre Biho era castigada con tarjeta roja. Diez contra diez en un derbi que no defraudó en emoción, e incluso en dureza. Quedaba por ver quién quería más los tres puntos, aunque en un partido roto no le quedó más remedio al Calvo Sotelo que tomar esta responsabilidad después de que Camacho viera la segunda amarilla tras derribar a Iván Limón con diez minutos por delante para el final. Adri estrellaba el balón en el palo y lo volvía a intentar con una volea que se quedó sin fuerza.
Al límite del agotamiento, el empate dejó un sabor amargo en el Calvo Sotelo, que no consigue reencontrarse con el triunfo. Mejor sabor de boca en los visitantes, que arrancaron un punto de un campo difícil, aunque continúa el maleficio del Cerrú: los mancheguistas no ganan en campo industrial desde 1988.
En la próxima jornada el Calvo Sotelo Puertollano volverá a jugar en su campo y recibirá al Mora, mientras que el Manchego jugará en el Polideportivo Juan Carlos I frente al Villarrobledo.