Hacía casi un año que no se veían las caras, y algo más de siete meses desde que el Gobierno conociera, a través de los medios, la intención de la Generalitat de celebrar una consulta sobre la independencia de Cataluña. Y desde ese momento no se ha producido evolución alguna en uno de los problemas más urgentes de España.

El presidente, Mariano Rajoy, volvió a recordar a Artur Mas que la consulta que pretende convocar para el próximo 9 de noviembre «es ilegal» y que, por lo tanto, «no se puede celebrar, ni se va a celebrar». Así de contundente se lo transmitió a su invitado, tal y como recoge el comunicado remitido por La Moncloa tras el encuentro celebrado ayer, y que duró algo más de dos horas y media.

Tras la reunión, a la que llegó apenas cinco minutos más tarde de las 11,00 horas, el jefe del Ejecutivo regional ofreció una valoración de la cita en el Centro Cultural Blanquerna, utilizado en ocasiones como sede del Govern en Madrid, en la que resaltó el «clima de diálogo abierto» que predominó en la conversación.

Un clima que invitó a Mas a reflexionar sobre que, en este asunto, «no hay acuerdo, pero, mientras haya diálogo, puede haber soluciones». «Hablando se entiende la gente», recalcó.

Sin embargo, el reproche llegó cuando el barcelonés aseguró que su anfitrión no hizo ninguna propuesta al respecto, limitándose al no que ha venido pronunciando en numerosas ocasiones, a veces él, a veces su Gobierno, a lo largo de los últimos meses. «No existe propuesta alternativa», lamentó en varias ocasiones, ya que, «según el Estado, es ilegal», a lo que el líder de CiU añadió que «hay posibilidades para hacerla legal, si hay voluntad política».

En este sentido, fue preguntado sobre la posibilidad de abordar la reforma de la Constitución, conocida como la tercera vía, a la que Mas respondió que, de existir, quien la tiene que proponer es el Estado porque en la Generalitat «nos hemos pasado la vida proponiendo terceras vías, y estamos en el punto en el que estamos».

Así, lamentó que el jefe del Ejecutivo no diera ningún paso en este sentido: «Yo pensaba eso, venía preparado para escuchar y, sin embargo, se me ha recordado que no podemos hacer la consulta porque es ilegal». Por ello, no se adentró más en el análisis de una propuesta de tercera vía que ¿en algún momento existirá?», se interrogó, ante lo que respondió que «si existe, se estudiará, pero hoy por hoy no existe nada».

Llegados a este punto, Mas se esmeró en aseverar que el proceso soberanista de Cataluña se sustenta el apoyo del pueblo catalán y en un solo proyecto, «no hay plan B, ni C, ni D», manifestó, «es un plan con distintas fases» en el que la celebración de la consulta el próximo 9 de noviembre es una fase muy importante, recordó. Momento en el que lanzó uno de los mensajes con más carga política de la intervención del president de ayer: «Voy a poner toda la carne en el asador para poder votar el 9 de noviembre». Una votación que, aseguró, «será legal», aunque deseó que fuera, «a ser posible», con el acuerdo del Estado, remachó.