Un día con todo un pueblo detrás

I. Ballestero
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Los poco más de seiscientos habitantes de Villamayor se multiplicaron por dos para recibir al seleccionador nacional

A todos saludó, y ton todos posó para la foto. - Foto: Tomás Fdez. de Moya

Vicente del Bosque recogió ayer, en nombre de la selección, el cariño de todo un pueblo, Villamayor de Calatrava. Lo recogió de manera literal, además, porque prácticamente todos los vecinos del municipio, y otros muchos venidos de toda la provincia, se acercaron para saludar, tocar o fotografiarse con el seleccionador nacional de fútbol, que hizo gala, una vez más, de su paciencia infinita. Desde que puso el pie en las calles del municipio, poco antes del mediodía, hasta que se marchó, ya entrada la sobremesa, Del Bosque no dejó de atender a todos, de dispensar muestras de cariño y de firmar todo lo que pudo.
Es muy probable que las casas de Villamayor estuvieran ayer todas vacías. En un pueblo de poco más de seiscientos habitantes, las estrechas calles se convirtieron en un mar de gente que llevó al seleccionador nacional de un rincón a otro del municipio. Siempre con una sonrisa. Siempre saludando a todos. Incluso, deteniéndose un momento para recordar viejos momentos con Diego, un compañero suyo en el servicio militar, que no perdió la oportunidad de abrazar a un viejo amigo. «Te veo muy bien», le espetó el seleccionador.

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