Navardauskas da la sorpresa y se impone a la lluvia y a las caídas

Agencias
-

El corredor de Garmin se convierte en el primer lituano en ganar una etapa de la ronda gala

DECIMONOVENA ETAPA DEL TOUR DE FRANCIA - Foto: KIM LUDBROOK

 
 
El corredor lituano Ramunas Navardauskas (Garmin-Sharp) sorprendió ayer al pelotón y se adjudicó en solitario la decimonovena etapa del Tour de Francia, disputada entre Maubourguet Pays du Val d’Adour y Bergerac sobre 208,5 kilómetros, por delante del alemán John Gerdegenkolb (Giant-Shimano) y el noruego Alexander Kristoff (Katusha), ambos a siete segundos. 
Navardauskas, que sumó su cuarto triunfo en el presente curso hizo Historia al lograr la primera victoria para su equipo en la 101 edición y la primera de un ciclista lituano en la ronda francesa. 
Fue un duelo cara a cara entre el vencedor, un especialista rodador, contra un grupo fatigado, desgobernado por una última ‘tachuela’ a 15 kilómetros de la meta, donde se había acabado la aventura de su compañero de escuadra Tom-Jelte Slagter, el superviviente de una escapada que se formó en el primer kilómetro junto a Rein Taaramae (Cofidis), Cyril Gautier (Europcar), Martin Elmiger (IAM) y Arnaud Gérard (Bretagne). 
A falta de 32 kilómetros para la llegada en Bergerac, hito en el que Miguel Indurain se enfundó el jersey amarillo del Tour de 1994 en una crono en la dejó al suizo Tony Rominger, su principal rival, a más de dos minutos, Slagter intentó alargar la gesta del quinteto, pero los velocistas querían apurar su penúltima opción. 
Neutralizado a 12,5 kilómetros el holandés, su compañero Navardauskas le tomó el relevo sobre un asfalto húmedo justo después de coronar la cota de Monbazillac. Entonces, se inició una persecución del Tikoff-Saxo, Omega Pharma y Cannondale por alcanzarle para que la victoria se disputara en otra llegada masiva. 
Sin embargo, el poderoso rodar del lituano y una caída dentro de los últimos tres kilómetros, que cortó al propio líder, Vicenzo Nibali, y al francés Jean Christophe Peraud, pero sin consecuencias para la general al estar dentro de la ‘zona de seguridad’, impidió que los sprinters volaran en la recta final en busca del triunfo. 
Éste se lo llevó Navardauskas, que fue uno de los que consoló a su ‘coequipier’, el neozelandés Jack Bauer, cazado a tan solo 50 metros de la pancarta de meta en la etapa de este año en Nimes después de 220 kilómetros en fuga. «Doy las gracias a todo el equipo por confiar en mí», apuntó el primer lituano en ganar en el Tour. 
Hoy se disputa la vigésima y penúltima etapa, una contrarreloj de 54 kilómetros entre Bergerac y Périgueux, en la que Alejandro Valverde -cuarto-, y los franceses Thibaut Pinot y Peraud se disputarán el podio de París distanciados por solo 15 segundos. Ajeno a ello, Nibali se coronará mañana en París.