Gemma Arenas ha escrito otra histórica página de su palmarés al adjudicarse con absoluta autoridad la Haría Extreme de Lanzarote y proclamarse de esta manera campeona de la clasificación general del prestigioso circuito Spain Ultra Cup. 

La almagreña ha completado los 94 kilómetros del trazado, con un desnivel positivo de 3.050 metros, en un tiempo de nueve horas, 32 minutos y 24 segundos, acabando como cuarta de la clasificación general, lo que da idea de su gesta.

A esta última cita de la Spain Ultra Cup llegaba empatada a puntos con la polaca Magdalena Laczak, que ha sido segunda con 10 horas, tres minutos y 52 segundos. Ha completado el podio la española Leticia Bullido con 11:09.54.

El dominio de Gemma Arenas en la prueba lanzaroteña ha sido total, yendo líder en todo momento e incluso muy cerca de la cabeza de carrera.

Ya por el primer paso de control, en el kilómetro 27, aventajaba en 14 minutos a la polaca, distancia que ha ido creciendo muy poco a poco con el paso de los kilómetros. La polaca Laczak nunca ha arrojado la toalla, esperando el desfallecimiento de Gemma Arenas.

Así, en el kilómetro 65 la almagreña aventajaba a la polaca en 20 minutos, pero en el tramo final la manchega ha mostrado toda su fortaleza y no ha dado lugar a la sorpresa, ganando al final por más de media hora. La entrega de premios se celebrará esta mañana y Gemma Arenas será coronada como nueva campeona de este circuito de pruebas ultra, integrado por la Transgrancanaria, Penyagolosa, Gran Trail Peñalara, Ultra Sierra Nevada, Riaño Trail Run, Ultra Trail Guara Somontano y la propia Extreme Haría. 

El que no ha podido proclamarse campeón del circuito Spain Ultra Cup ha sido el también almagreño Agustín Luján, marido de Gemma Arenas. Luján necesitaba ganar y que el tinerfeño David Lutzardo no quedara segundo, pero pronto notó que su cuerpo no respondía como esperaba. «Es la primera vez en mi vida que me retiro. Tenía todo el cuerpo bloqueado y me ha dado mucha rabia, pero si llego a seguir me habría destrozado el cuerpo». 

Ya en el kilómetro 20 Luján notó que el cuerpo no respondía, pero lo intentó completando tramos andando o bajando caminos fáciles trotando. «Llegar al avituallamiento del kilómetro 34 me costó la vida, pero había que intentarlo. A partir de ahí fue imposible y tuve que andar casi todo el rato hasta el 45, cuando decidí retirarme», ha explicado.