El Vestas Balonmano Alarcos regresa al abrigo del Quijote Arena para afrontar un duro encuentro ante el Zamora. Después de la polémica derrota cosechada en la pista del Cisne de Pontevedra, los pupilos de Javier Márquez quieren quitarse la espina cuanto antes y dar una nueva alegría a su afición, sumando su cuarto triunfo en otros tantos partidos de Liga en casa esta campaña.

Además, y por primera vez en la campaña, el técnico manzanareño podrá contar con todos sus jugadores disponibles. Una buena noticia para recibir al Zamora, un recién descendido de Liga Asobal, que cuenta en sus filas con uno de los jugadores más determinantes de la competición, el central Octavio Magadán, y que como curiosidad estadística ha sumado tres empates en los seis partidos que ha disputado.

 Márquez avisa de la «experiencia» de la escuadra zamorana, que ha mantenido el bloque que logró el ascenso s Asobal hace dos años y que jugó el año pasado en la máxima categoría. 

«En las últimas jornadas está yendo a más y el pasado fin de semana fue capaz de lograr un empate en una cancha tan difícil como es la de Bordils», explicó el preparador.

El Zamora es séptimo en la clasificación con siete puntos, uno menos que el Vestas Alarcos, y también tiene como objetivo pelear por el ascenso a la Liga Asobal.

Cara a cara estarán dos conjuntos a los que les gusta imponer un ritmo alto de juego y, en este sentido, el preparador del Vestas Alarcos, considera que una de las claves será no sólo frenar a Octavio Magadán, «sino frenar también las situaciones de desequilibrio que genera».