La víspera del día de Santiago Apóstol de 2013 fue una fecha dramática para el conjunto de los españoles. El tren Alvia que cubría la ruta entre Madrid y Ferrol descarrilaba a pocos kilómetros de la capital gallega en un accidente que tiñó de luto España y que también golpeó a la provincia de Ciudad Real.

La propia alcaldesa de la capital, Rosa Romero, se refirió ayer durante el Pleno a este trágico accidente del que se ha cumplido ahora un año. En el siniestro -dijo la regidora municipal- perdieron la vida 79 personas, tres de ellas de la provincia de Ciudad Real.

En concreto, el descarrilamiento del tren Alvia en la curva de Angrois se cobró la vida de José María Romeral, natural de Campo de Criptana, y vicario en la Iglesia de Santa Teresa de Colmenar Viejo, en Madrid, según confirmó entonces la propia Iglesia a través de un comunicado enviado por medio del Obispado.

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