'Climax' ilusiona en el festival de Sitges

SPC
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La cinta, que cuenta cómo una fiesta acaba convertida en un infierno, convence al jurado, que también destaca la película 'Lazzaro Felice'

El largometraje Climax, del argentino Gaspar Noé, se llevó ayer el galardón a la Mejor Película en el Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña, Sitges’18, y el filme Lazzaro Felice, de Alice Rohrwacher, los premios del jurado, de la crítica y del jurado joven.

Climax narra la evolución de una fiesta de una compañía de danza, que va subiendo de tono durante la noche por el efecto de las drogas hasta convertirse en un viaje a los infiernos.

Desde el jurado, Anaïs Emery calificó la cinta de Gaspar Noé de «sobresaliente y ejemplo de una nueva gramática del cine que demuestra que el género fantástico tiene mucha capacidad de innovación».

La también representante del jurado Carolina Bang reconoció que tanto Clímax como su director levantan pasiones encontradas.

Por su parte, Lazzaro Felice es un relato a medio camino entre el cuento popular, el realismo mágico, el drama social y la ciencia-ficción de viajes en el tiempo, que protagoniza un hombre demasiado bueno y puro para este mundo.

El tribunal de la sección oficial destacó la calidad de los 33 títulos en competición, y el director del festival, Ángel Sala, resaltó el aumento de espectadores de un cuatro por ciento respecto a la edición pasada.

Mientras, el director M. Night Shyamalan, autor de El sexto sentido, presentó un fragmento de su nueva cinta Glass, que estrenará en enero como continuación de El protegido y Múltiple y que tiene como protagonistas a Bruce Willis, Samuel J. Jackson y James Mc Avoy. El realizador declaró que «aunque me den todo el presupuesto del mundo, no lo necesito». «No es mi estilo». 

También confesó que siempre intenta sentirse como un primerizo y que no le gusta saber que todo vaya a salir bien. Sobre sus miedos, explicó que si bien encontrar sangre en las paredes le parecería algo más bien fantasioso, cuando era pequeño, llegó a casa con su padre y encontraron la puerta abierta: «Tenía miedo de ver un loco en mi cama». 

La expectación creada por Bocadillo, la primera película del youtuber Wismichu, acabó en silbidos. Yes que resultó ser una única escena de tres minutos en la que un grupo de jóvenes piden bocadillos en un bar y que se repite en bucle durante una hora. Esto acabó con el enfado de parte del público, que no compartió la idea de que se les grabara para elaborar un futuro audiovisual sin previo aviso y pidió a la organización que les devolviera el dinero. Sala pidió disculpas y el realizador señaló que lo recaudado irá a una ONG.