Las víctimas invisibles

AGENCIAS
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Miles de mujeres que pierden la vida a causa de los malos tratos en España no figuran en las estadísticas oficiales al carecer de algún tipo de vínculo sentimental con sus verdugos

 
Madres, hermanas y amigas asesinadas a la vez y por la misma persona que mata a su pareja o expareja, pero invisibles, fuera de las estadísticas que recogen las cifras de violencia machista en España por no tener un vínculo sentimental con su verdugo. Si se tuviese en cuenta a estas víctimas por conexión, y a las progenitoras a las que sus hijos quitan la vida, las prostitutas que perecen a manos de sus clientes, y a las fallecidas tras sufrir abusos sexuales, las cifras oficiales del país se duplicarían. Un hecho inquietante que hoy, en el Día Internacional contra la Violencia de Género, cobra mayor fuerza.
Así lo denunciaron ayer varios colectivos feministas españoles, pidiendo que se amplíe el concepto actual de «víctima de violencia de género» y que se analice «cuál es el daño global» que causa esta lacra en España, con el objetivo de poder registrar a estas miles de mujeres invisibles, como señaló a Marisa Soleto, presidenta de la Fundación Mujeres.
En este sentido, la página web Feminicidios.net trabaja para documentar todos los asesinatos de mujeres a manos de hombres, según explicó su directora, Graciela Atencio, para, así, «poder distinguir los que son por razones de género de los que no». En total, este año ya tienen contabilizados 93 expedientes de este tipo, aunque la frontera que determina su inclusión en este grupo es polémica.
Existe un alto grado de consenso en casos como las muertes por conexión, es decir, en las que fallece la víctima de violencia machista y la persona que la acompaña. Las primeras están bajo el manto de la ley, dado que ésta establece como requisito que exista o haya existido una relación sentimental con el agresor, y así son recogidas por las estadísticas que elaboran tanto el Ministerio de Sanidad como el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Pero las segundas, como manifestó Soleto, «no cuentan con las medidas de protección».
Por su parte, Atencio centró el interés en otro supuesto sobre el que, a su juicio, «no debería haber discusión»: las agresiones y asaltos sexuales que acaban en asesinato. No son muy frecuentes pero, en opinión de la directora de Feminicidios. net, habría que reconocerles «derechos similares a los de violencia de género».
De este modo, la presión ejercida por las organizaciones feministas y algunos grupos políticos ya ha conseguido extender la cobertura de la ley integral sobre esta materia a los hijos de mujeres asesinadas. No obstante, Atencio alertó de que hay muchos casos de niñas que no se recogen en las estadísticas oficiales, simplemente, porque el verdugo no es o ha sido pareja sentimental de la madre.
Del mismo modo, tampoco figuran en los registros las progenitoras que pierden la vida a manos de sus hijos. Entre 2010 y 2015, estas ascendieron a 50 y las afectadas no cuentan con ninguna protección especial. Por ello, los expertos solicitaron la apertura de un debate social para saber cómo llamamos a este tipo de violencia porque, «en el marco de la familia, no solo hay maltrato doméstico, sino también de género».
Otros casos más polémicos son los asesinatos de mujeres transexuales -este año ha habido un homicidio transfóbico- o los de las prostitutas a manos de clientes.