Una eliminación cruel

Eduardo Gómez
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El Manzanares resiste hasta la prórroga en Pontevedra. El equipo franjiblanco se despide de la fase de ascenso a Segunda División B ofreciendo una magnífica imagen en el estadio Pasarón

El Manzanares cayó eliminado en la segunda eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda División B ante un Pontevedra que selló su clasificación en la prórroga (2-0). Los de Guillermo Alcázar ofrecieron una magnífica imagen, demostrando que si habían llegado hasta aquí no era por casualidad. Pero la calidad de jugadores como Carnero, solo al alcance de potentes clubes de Tercera como el Pontevedra, resultó determinante.

Un gol en el inicio de la segunda mitad de Jorge Rodríguez llevó el choque a la prórroga y en el tiempo suplementario otro tanto de Carnero sentenció la eliminatoria, en la que el Manzanares se dejó hasta el último aliento. Mañana no estará en el bombo, pero el modesto club manchego se ha ganado el respeto de todo el fútbol nacional.  

En el once inicial, dos cambios respecto al partido de ida, el lesionado Raúl Castillo y Moraga dejaron su sitio a Sevilla y a Martín.

En la primera mitad, logró mantener el tipo el conjunto manzanareño ante el juego a ráfagas de los locales. Ya en el minuto 3 Santana dispuso de una magnífica ocasión, cuando tras una gran acción de Sevilla se quedó solo con el portero Edu, que logró despejar el peligro.

El conjunto de Guillermo Alcázar, muy bien plantado en el campo, jugó de tú a tú a un Pontevedra que nunca encontró continuidad.

Campillo y Carnero lo intentaron en una doble ocasión, antes de que Capi pusiese a prueba con un cabezazo los reflejos de Rodri.

Llegado el ecuador de este primer periodo, Sevilla hizo lucirse a Edu y cuando parecía que el Pontevedra iba siendo presa de su impaciencia, un último arreón antes del descanso hizo sufrir de lo lindo a los manzanareños.

Primero con un penalti de Santana sobre Jacobo que el árbitro no consideró como tal, después con un trallazo que se fue alto de Carnero y luego con un disparo de Jacobo a la media vuelta. Fueron los peores momentos de un Manzanares al que le vino como agua de mayo el descanso.

Pero la segunda mitad comenzó como acabó la primera. El Pontevedra salió en tromba y a los 20 segundos Edu Olivares derribaba a Jacobo en el área.  Jorge Rodríguez tomó la responsabilidad y envió el balón fuera. Sin embargo, lejos de acusar este mazazo, los gallegos continuaron con su acoso hasta que en el minuto 56 Jorge recibía una magistral asistencia de Carnero y batía a Rodri. Era el 1-0 que acababa con 533 minutos de imbatibilidad de los franjiblancos.

Nada más sacar de centro Jacobo disparó alto por poco y después Rodri estuvo providencial en un saque de esquina a remate de Tubo. El partido parecía roto, pero poco a poco el Manzanares, con un sensacional Pirri, fue durmiendo el choque, que se encaminó irremediablemente a la prórroga, una circunstancia que ya habían vivido los dos equipos en la primera ronda.

Con las fuerzas al límite, un fallo defensivo no lo desaprovechó Carnero, un jugador de una tremenda calidad y que resultó desequilibrante para hacer el 2-0. Solo un gol separaba a los manzanareños de la ronda final, pero no hubo fuerzas para más.