¡Mucho Shakespeare!

M. Sierra
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Desde su herencia más pop, a la universalidad de los temas y los valores que trata, pasando por la belleza de sus textos, cualquier excusa es buena para representar al inglés que firma 14 de los montajes

El año pasado el mundo celebraba el 450 aniversario del nacimiento de William Shakespeare. Una fiesta que ha conseguido prolongarse a lo largo de 2015 hasta convertir las obras del bardo de Avon en uno de los pilares del 38 Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro que suma en esta ocasión hasta 14 títulos de aquella pluma, frente a la decena que levantaron el telón en 2014.  Sea éste o no el motivo que se esconde detrás de este incremento de los montajes isabelinos, la única realidad de la que hablan tantas versiones de sus títulos es de que en Almagro hace tiempo que el inglés, a miles de kilómetros del Globe, se siente como en casa y de que cualquier excusa es buena para  representarlo.

Hamlet, El sueño de una noche de verano, Romeo y Julieta, Otelo, El mercader de Venecia, La tempestad y Las alegres comadres de Windsor son los textos originales sobre los que se conforma el programa áureo ingles del festival almagreño. A partir de ahí las propuestas se multiplican, a veces mostrando dos versiones de una misma historia y otras escondidas en propuestas nuevas que hablan de aquellas que en su día escribió el inglés, de ahí que los títulos de siempre coincidan con otros como Algo de un tal Shakespeare, Mucho Shakespeare, Romeo and Juliet for 2, Romeo y Julieta de bolsillo, Oymykon o Up all night.

Los de siempre. Como dijo no hace mucho el director del Thyssen, Guillermo Solana, «el gran público sólo quiere ver lo que conoce y conoce cuatro cosas». Tal vez por eso Romeo y Julieta, Hamlet y Otelo siguen programándose cada año, con el texto original como base, pero desde la perspectiva nueva que le ofrece la mirada de cada director, cada actor y cada versión dramatúrgica.

Hasta de tres formas distintas llegará la historia de Romeo y Julieta. Una de ellas, para todos los públicos, Romeo y Julieta de bolsillo a propuesta del joven director argentino Emiliano Dionisi para quien lo más importante es el bello uso que siempre hizo del lenguaje este autor y que ahora le permite a él y a su compañera de escena, Julia Garriz, convertir esta historia de amor en una suerte de «parque de diversiones» en el que actores y espectadores tienen un fin común, «redescubrir la historia y el poder de la palabra».

«Solo escuchar la belleza de las palabras de Shakespeare es una buena razón para volver a ver cualquiera de sus textos varias veces», asevera Alfonso Zurro, que llega al Aurea para estrenar una de las dos versiones de Hamlet que este año se ponen en escena. «Teatro Clásico de Sevilla quería hacer un texto del autor inglés y después de leer varios nos decantamos por éste», aun sabiendo que era una de los más representados. Pero eso no parece preocuparle. Se le ve tranquilo al respecto porque para é y cita a un autor que leyó no hace mucho, «Hamlet es uno de esos personajes que nunca se repite porque depende de los matices que le de el actor que lo interprete», algo que no suele ocurrir de una manera tan determinante en Macbeth o el Rey Lear. Más allá de las peculiaridades de su príncipe de Dinamarca, que no se conocerán hasta el próximo 17 de julio, en este Hamlet «se ha prescindido de las batallas externas, para centrar toda la atención de la trama en la historia familiar».

Nueve actores darán vida a la veintena de personajes que recorrerán a lo largo de casi dos horas y media de función los rincones de este castillo de Elsinor en el que conviven temas que no son tan ajenos al espectador de hoy como la podredumbre y la corrupción, «que son guiños que ya descubre el espectador por sí solo y sobre los que nosotros no incidimos en el montaje». Siglos y siglos separan aquel Shakespeare del que hoy se sube al escenario pero parece que hay cosas que a pesar del tiempo no han cambiado y esa es sin duda una de las razones de que este autor hoy siga programándose con éxito.  Hablando de actualidad, a quién no le suena, en los tiempos que corren, la historia de alguien que lo haya perdido todo por dejarse engatusar por un usurero sin escrúpulos. Pues de eso ya habló y con mayúsculas el autor inglés en El mercader de Venecia que levantará el telón el 24 de julio en el Aurea. Detrás de esta elección, Noviembre Teatro, compañía de Eduardo Vasco que repite escenario y protagonista, pues no ha dudo en encabezar su reparto con un Arturo Querejeta que ya despuntó el pasado año como Otelo.

El Shakespeare más pop. Completan la elección de los grandes textos para este año La tempestad y Las alegres casadas, que hablan de la versatilidad de las obras de Shakespeare, de su maleabilidad, siempre y cuando no se rompan las directrices básicas sobre las que se sustenta la historia.

Las alegres casadas, una adaptación de Las alegres comadres de Windsor, por ejemplo, que se podrá ver el viernes 17 en el espacio Miguel Narros, marca el punto de partida de un nuevo proyecto teatral del que forman parten dos compañías LaNave Teatro y Tdiferencia. Andrés Lima dirige este montaje contemporáneo en el que el teatro de siempre se reviste de cabaret y técnicas circenses. Porque todo vale cuando el objetivo es «jugársela al gordo de Falstaff».

La música también es lenguaje utilizado para La Tempestad que estará en Aurea el 12 de julio y que dirige Marta Pazos, para quien «los textos de Sheakespeare están tan bien escritos que siempre es un regalo trabajar con ellos». «Nosotros elegimos esta obra porque tenía una musicalidad que permitía introducir otros lenguajes dramáticos más cercanos a nuestra forma de trabajar». El resultado, un montaje en el que los versos del padre de Romeo y Julieta parecen adaptarse a la perfección al lenguaje de la danza, uno de los sellos de la compañía gallega. Tal vez, y solo tal vez, porque como dice Pazos, «Shakespeare también es muy pop» en el sentido más amplio de la palabra.

En medio de este maremagnum de lenguajes para hablar los grandes textos isabelinos, la comedia también tiene su hueco. Prueba de ello es el espectáculo Mucho Shakespeare, formado por varios textos del inglés que llevará a las calles almagreñas el próximo 13 de julio la compañía sevillana Malaje Sólo. Su propuesta, un collage teatral de títulos trágicos, teñidos de comedia: «Porque en este tiempo la gente lo que quiere es reír», dice José Antonio Aguilar uno de los dos actores que dan vida a los personajes claves de Macbeth, Otelo, Romeo y Julieta y El sueño de una noche de verano. Con ellos, Shakespeare, de alguna manera vuelve al Globe, ya que la historia propuesta por la compañía sevillana tiene como punto de partida la historia de dos jóvenes actores que se ven obligados a emigrar a Inglaterra y trabajar en como camareros en el teatro británico.