Una persona cada dos días registra su voluntad anticipada

HIlario L. Muñoz
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El Comité de Ética Asistencial reclama campañas informativas en centros de salud de este documento que garantiza la asistencia sanitaria deseada o el destino del cuerpo

Tras once años con Voluntades Anticipadas, solo 1.724 personas cuentan con este documento registrado ante la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, según los datos aportados del Sescam. Por este motivo, el pasado mes de septiembre se publicó la primera modificación de este decreto que busca ampliar los espacios donde se puede presentar este documento, al poder llevarlos a los registros sanitarios, no solo el administrativo, para ser incluidos en las fichas de los pacientes. El texto, denominado testamento vital en otras comunidades, es «la manifestación escrita de las instrucciones que deben tenerse en cuenta acerca de la asistencia sanitaria que la persona desea recibir en situaciones que le impidan comunicar personalmente su voluntad o sobre el destino de su cuerpo o sus órganos, una vez producido el fallecimiento», en la descripción hecha por el Sescam en su web. Se trata de una pieza clave en el sistema, por lo que implica a la hora de atender enfermedades crónicas  o incidentes sobrevenidos pero la cifra implica que apenas ha tenido impacto en los ciudadrealeños. De hecho, la media anual es de una voluntad registrada cada dos días, 163 al año, lo que implica, que  solo el 0,3 por ciento de las personas cuentan con el documento escrito.

Para el presidente del Comité Ético Asistencial de Ciudad Real, Francisco Angora, tras estos datos se encuentra «una cuestión cultural, la ideología religiosa y la tradición» a la que se suma la necesidad de «difundir más y mejor» esta opción. En opinión del presidente de este órgano, encargado de asesorar  en la toma de decisiones en situaciones que se planteen conflictos éticos en la zona de Ciudad Real, «hay mucha gente de la calle e, incluso, de los profesionales que todavía no tienen conocimiento de qué va este documento». En este sentido ve bien «el acercamiento» que se produce en el nuevo decreto de esta declaración, al poder llevarla a cualquier registro regional, o presentar las voluntades en centros de salud, pero «estando bien esta medida no va al meollo de la cuestión y es que la gente de verdad sepa que existen las voluntades anticipadas en Castilla-La Mancha y que es relativamente fácil ejercerlas». De hecho, la segunda parte del decreto simplifica el documento inicial de 2006.

Para Angora, «uno de los puntos claves» para mejorar las cifras tras la modificación, proceso iniciado el pasado año, es «la atención primaria», ya que «no se puede querer que se registren las voluntades anticipadas, justo, cuando el paciente está muy mal o tiene una muerte cercana». En este sentido, el lugar idóneo, considera, es realizarlas en los centros de salud para que, «a cualquier edad», haya un conocimiento de esta posibilidad. «Igual que se difunde la campaña de vacunación, de una manera similar hay que hacer campañas periódicas en atención primaria, en la universidad en las escuelas sobre voluntades anticipadas». En este sentido recordó que «las voluntades son iguales que un testamento normal, y uno puede deshacer y anular o volverlo a hacer» cuando lo desee, por lo que no importa la edad en que se registre o si se cambia de idea inicial.

Un segundo aspecto a mejorar se encuentra en los nombres distintos de las voluntades anticipadas en función de la comunidad autónoma, lo que dificulta su difusión.