Una tradición que no se pierde

Diego Rodríguez
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Un rebaño de 1.500 ovejas atravesó ayer Puertollano en dirección a Mestanza • Procede de Cuenca y ha recorrido más de 400 kilómetros

La tradición de la Mesta sigue viva en la comarca ganadera por excelencia de la provincia: el Valle de Alcudia. Como viene siendo habitual en los últimos años, un rebaño compuesto por unas 1.500 ovejas procedente de la localidad conquense de Vega de Codorno atravesó ayer Puertollano en dirección a la finca La Ribera Alta, en término municipal de Mestanza, donde permanecerá hasta mediados de mayo del próximo año para disfrutar de mejores pastos y temperaturas más benignas que los imperantes en invierto en la Serranía de Cuenca.

El pastor Juan Manuel Cardo, acompañado por su hermano Antonio y su hijo Aitor, y la joven voluntaria Sivia Martínez, partieron de tierras conquenses el pasado día 2 de este mes y, tras recorrer algo más de 400 kilómetros, hoy mismo llegarán a su lugar de destino después de haber hecho noche en un paraje cercano a Mestanza. Tal y como explicó este pastor, «el camino se nos ha dado muy bien y no hemos tenido contratiempos, aunque quizás a la vuelta en primavera algunos agricultores se quejen cuando pasemos por sus tierras, pero han de saber que estamos en nuestro derecho porque en todo momento seguimos el trazado de las Cañadas Reales».

En concreto, esta rebaño inició su viaje a través de la Cañada Real de Rodrigo Ardaz, continuaron por la Cañada Real Conquense, también conocida como Los Chorros y finalmente la Cañada Real Soriana Oriental, que es la más larga del país, hasta llegar a Mestanza. Por Puertollano, el rebaño atravesó la ciudad de norte a suroeste y en todo momento estuvo acompañado por la Policía Local.

Por otro lado, el alcalde de Mestanza, Santiago Buendía, y su equipo de Gobierno recibieron a un kilómetro del municipio a los tres pastores y a la voluntaria para mostrarles el apoyo a la tradición trashumante y transmitir de primera mano a estos ganaderos su voluntad de trabajar para que la localidad «sea un referente en esta tradición y para que perdure en el tiempo pese a que cada año sea más complicado la pervivencia de esta actividad».

En igual sentido, el regidor municipal mestanceño mostró su «apoyo total» a la declaración de la Trashumancia como manifestación representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial.