Un nuevo Ejecutivo socialista

Agencias
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Cavaco Silva pone fin a 50 días de incertidumbre, cede a sus objeciones y encarga al opositor António Costa formar un Gobierno que estará apoyado por la izquierda marxista y comunista

 
 
Han sido 50 días días de incertidumbre política en Portugal y parece que, por fin, la estabilidad va a llegar a la nación lusa. Tras un intento fallido con la designación de un Ejecutivo conservador, que fue tumbado en el Parlamento por la oposición, el presidente del país, Anibal Cavaco Silva, cedió ayer a sus objeciones para nombrar un gobierno liderado por el socialista António Costa, que estará apoyado por la izquierda radical -marxistas y comunistas- y que sustituirá al fracasado Gabinete planteado por Pedro Passos Coelho.
Las elecciones legislativas celebradas el pasado 4 de octubre se cobraron a Passos como víctima. A pesar de resultar ser la lista más votada, lo hacía sin una mayoría suficiente y una alianza entre las formaciones progresistas abocaron al fracaso al primer ministro, que pretendía revalidar su puesto.
Durante varias semanas, Cavaco se opuso al tridente de izquierdas, pero, finalmente, quiso clausurar la crisis política -que planteaba, incluso, la celebración de nuevos comicios el próximo mes de junio- y acabó por llamar a Costa para que sea el nuevo jefe del Ejecutivo de Lisboa, un cargo que tanto él como los ministros que conformarán su Gobierno jurarán, previsiblemente, a finales de esta semana.
El presidente anunció esta decisión apenas un día después de haber cuestionado algunos puntos incluidos en el acuerdo que el Partido Socialista (PS) alcanzó con el Bloque de Izquierda (aliado de Syriza y Podemos en la UE) y el Partido Comunista.
Costa le aclaró ayer mismo que se cumplirán las medidas de déficit, se mantendrá la estabilidad del sistema financiero y se darán las condiciones para la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2016, documento que urge a Bruselas.
En el comunicado en el que se confirmó la elección de Costa como primer ministro, el jefe de Estado justificó su decisión argumentando que mantener a Passos en funciones era la opción que brindaba menos estabilidad a Portugal, un país que todavía se recupera de una dura crisis económica.
El conservador, primera alternativa de Cavaco por haber sido el líder de la lista más votada -y, además, ser miembro de la misma formación política- fue forzado a dimitir el pasado 10 de noviembre, 11 días después de tomar posesión de su cargo por segunda vez, debido a una moción presentada por la oposición.
Con el nombramiento del socialista, el PS se convierte en el primer partido derrotado en las urnas que gobierna Portugal. Además, hace Historia al estar apoyado por un acuerdo inédito con dos grupos generalmente beligerantes con la izquierda moderada.
«Nuestras prioridades son conocidas: la recuperación de las condiciones económicas de buena parte de la población, que vive con gran dificultad, y simultáneamente apoyar la economía empresarial para crear empleo y crecimiento», subrayó el presidente del PS, Carlos César, tras conocer la designación de Costa.
César aclaró que están listos para formar Gobierno con las modificaciones resultantes de los acuerdos parlamentarios con marxistas y comunistas, que incluyen la reposición de los recortes de los salarios de los funcionarios públicos durante 2016, descongelar las pensiones y frenar las privatizaciones en los transportes públicos.
Los medios portugueses especulan ya con que el Gobierno de Costa, que no tendrá miembros ni del Bloque ni del PCP, contará con 17 ministros. Varios de ellos tendrían experiencia gubernativa en el último Gabinete socialista, el de José Sócrates, que duró apenas un año y medio (2009-2011) y que acabó con la firma de un rescate internacional con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI).