Miguel Ángel Maroto espera sin inquietarse que la película en la que ha trabajado como guionista para Gerardo Olivares, Cuatro latas, termine su fase de posproducción y montaje. Tanto es así que cree que el estreno no llegará hasta los inicios de 2019. En el cine profesional, es muy común que cuando un film se estrena los integrantes del equipo se hayan dispersado y estén embarcados ya en otros proyectos.

En cualquier caso, el también compositor, director de teatro y cine y novelista reconoce que el primer efecto que tuvo este proyecto, en el que estuvo implicado durante un año, es que «ahora me fijo un poquito más en el cine» y sólo le queda esperar que concluya el montaje.

El escritor ciudadrealeño matiza que su aportación es «una entre varias», pero a pesar de ello no tiene miedo a que en el montaje final se reduzca sus aportaciones al guión. De esta forma detalla que «es peor lo que le puede ocurrir a los actores, que su personaje desaparezca en el montaje final porque el director quiere dar un giro a la historia o el personaje no le convence».

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