El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, anunció ayer la puesta en marcha del Plan de Impulso de los Servicios Públicos «más ambicioso que ha tenido la comunidad autónoma en toda la democracia». Así lo avanzó el presidente del Ejecutivo autonómico durante un receso en el tercer Consejo de Gobierno de carácter itinerante que ayer se celebró en Azuqueca de Henares (Guadalajara), tras los que acogieron las localidades de Hellín (Albacete) y Tarancón (Cuenca).
García-Page aseguró que este plan servirá al Ejecutivo autonómico para lograr «la recuperación de todo lo que se ha perdido» durante los últimos cuatro años de legislatura ‘popular’; un programa que no será «milagrero», que se desarrollará paulatinamente pero que, al mismo tiempo, va a suponer la creación de «muchos puestos de trabajo», algunos de ellos regularizaciones y consolidaciones de empleos «en precario» con los que se logrará «apuntalar los servicios públicos» de Castilla-La Mancha.
Así, tal y como avanzó García-Page, la próxima semana el Gobierno regional aprobará una Oferta de Empleo Público (OPE) de 1.042 plazas en el ámbito sanitario y otras 600 plazas que se destinarán a la Educación Pública de la Región; una oferta que convertirá en «irreversibles» los servicios fundamentales de Educación y Sanidad en Castilla-La Mancha.
El presidente aclaró asimismo que la administración regional podrá al mismo tiempo «equilibrar la balanza» realizando «un esfuerzo de contención en la Administración General».
Hospital de Guadalajara, en mayo.
Aprovechando que pisaba tierras alcarreñas, Page se refirió a la ampliación del Hospital General Universitario de Guadalajara. Señaló que tras casi cuatro años con las obras paradas, el Gobierno regional anterior «mintió» al anunciar que se reiniciaban. «No era más que el parking», expuso. «Vamos a retomar la obra del Hospital de Guadalajara a partir del mes de mayo», aseguró a la vez que indicaba que «la negociación está prácticamente ultimada con la empresa».
En relación a Azuqueca de Henares, donde se celebró la reunión itinerante del Consejo de Gobierno, Page confirmó que el segundo centro de salud de la localidad, paralizado durante los últimos cuatro años, será una realidad a lo largo de la legislatura.
Page explicó que la paralización del centro de salud supuso a las arcas públicas un coste de 150.000 euros «tirados a la basura», algo que calificó de «incomprensible». García-Page aclaró que el Gobierno regional lleva contabilizados 80 millones de euros en infraestructuras de nueva construcción que el Gobierno anterior decidió cancelar en toda la región, acumulando indemnizaciones millonarias «indebidas» sin prestarse a llegar acuerdos con los adjudicatarios de unas obras que no se llevaron a cabo. «Muchos de ellos nos dicen ahora que estaban dispuestos a negociar aplazamientos en las obras con tal de no poner en aprietos a la administración», indicó.