El patrimonio histórico de Argamasilla de Alba ha sufrido un varapalo con el derrumbe de uno de los muros del Castillo de Peñarroya, Bien de Interés Regional y uno de los monumentos más representativos de la localidad. El pasado miércoles se precipitó parte de uno de los muros interiores que dan al patio de armas del Castillo de Peñarroya sin que se registraran daños personales. Un hecho que el servicio municipal de obras del Ayuntamiento de Argamasilla «ya presagiaba», según indicó ayer el propio Consistorio, cuando en abril informó de la aparición de grietas en los muros, instando a la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, administración competente para realizar cualquier tipo de actuación en el inmueble, «a su inmediata intervención para su consolidación y restauración» ante el riesgo que existía, llegándose a acotar la zona, según confirmó el consistorio.

El derrumbe no afecta a la ermita y, en principio, tampoco tendría por qué afectar a las próximas romerías de La Solana (enero) y Argamasilla de Alba (abril), justo el intervalo de tiempo donde la patrona de ambas localidades permanece allí. Aunque aún se desconocen las causas que pudieron provocar el suceso, al parecer, y según informó el Ayuntamiento de La Solana en una nota, podía deberse a que el crecimiento natural de una higuera pudo ayudar a la aparición de grietas, lo que unido a las lluvias habrían debilitando la mampostería, que acabó colapsando. De todas formas, y en tanto no haya un informe técnico oficial sobre las causas, la única certeza tangible es que se ha producido el derrumbe.

El alcalde de La Solana, Luis Díaz-Cacho, lamentó el hundimiento y aclaró que La Solana no tiene jurisdicción sobre la antigua fortaleza, ya que es término municipal de Argamasilla. Asimismo, aseguró que están muy pendientes del asunto: «Nos une una relación histórica con el Castillo y compartimos la patrona con el pueblo hermano de Argamasilla de Alba».

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