El incendio que se inició el pasado lunes en Llutxent (Valencia) y que arrasó hasta ayer 3.270 hectáreas de siete municipios próximos, uno de ellos Gandía, fue ayer estabilizado, mientras que los vecinos evacuados, más de 2.800 personas, comenzaron a regresar a sus casas. Sin embargo, al cierre de esta edición, las labores de extinción continuaban con más de 700 medios terrestres y 31 aéreos. 

El director general de Emergencias, José María Ángel, explicó ayer, tras la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (Cecopi), que el incendio está perimetrado y estabilizado, aunque se preveía viento de poniente que podría provocar «pequeños conatos». Sin embargo, la previsión es que hoy pueda quedar controlado

Mientras, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, anunció que el Gobierno regional buscará «soluciones habitacionales» para las familias perjudicadas. Asimismo, manifestó que empezará a planificar las actuaciones medioambientales y de apoyo a las poblaciones afectadas, algo que aún «tardará un tiempo» hasta que se den por extinguidas las llamas. Puig señaló que este incendio es «el peor de los últimos cinco años» en la comunidad y destacó «la enorme profesionalidad» de todas las brigadas y efectivos que luchan estos días contra su propagación y velando por la seguridad de los vecinos de las zonas afectadas.

Por su parte, el Ayuntamiento de Gandía anunció en un comunicado que pedirá al Consejo de Ministros la declaración de zona de emergencia tras la situación creada a consecuencia del siniestro.