Después de dos semanas de entrenamiento el Caserío Ciudad Real, que esta campaña volverá a militar en el Grupo F de Primera Estatal, disputa este sábado (18.30 horas. Quijote Arena) su primer amistoso de pretemporada. Su rival será el Pinto madrileño, también de la Primera Estatal, si bien, «el resultado será lo de menos», advierte el técnico del Caserío, Santi Urdiales. 

Debido a que es un test de preparación, el técnico cántabro tiene previsto conceder minutos a todos los jugadores que están entrenándose con el equipo, aproximadamente veinte. Entre ellos están Álex Abad y Jaime Torres, que están pendientes de resolver su destino académico antes de tomar una decisión definitiva acerca de si formarán parte de la primera plantilla esta campaña.

La única baja confirmada del conjunto ciudadrealeño para este partido será Jaime Cabanes, convaleciente de una operación de rodilla.

«Han sido dos semanas en las que hemos trabajado mucho el físico y poco la pista, así que me lo tomo como un entrenamiento más serio», resume Urdiales, que por lo visto hasta el momento «estoy satisfecho. La gente se está adaptando bien y lo importante es que vayan adquiriendo los conceptos y las ideas, muy por encima del resultado».

El siguiente compromiso del Caserío será el 1 de septiembre, con la disputa en el Quijote Arena de las semifinales del Trofeo Diputación ante el Bolaños, otro equipo de Primera Estatal, y donde el entrenador confía en observar ya una evolución más acentuada.