Días que parecen interminables vagando sin rumbo a bordo de una precaria embarcación de plástico por el mar es la historia de supervivencia que escriben los miles de inmigrantes que se juegan la vida en el Mediterráneo para, una vez en suelo español, comenzar un nuevo capítulo en su vida.

Desde que en 2015 comenzase la llamada crisis de los refugiados, la llegada masiva de sin papeles ha ido en aumento año tras año. Un total de 5.309 personas consiguieron llegar a las costas españolas durante esa misma temporada, mientras que en 2016 el número se incrementó hasta los 8.162, siendo superada a su vez, al año siguiente con la friolera de 22.108.

Sin embargo, 2018 ha marcado un nuevo récord gracias al creciente uso de la ruta occidental hacia la Península. Unas cifras que han superado ya a todo el 2017, donde el mes de julio fue el más transitado de la Historia. Tan solo durante los últimos 30 días, han entrado 8.194 irregulares, de los cuales 234 lo hicieron ayer desde el mar de Alborán. Un total de 23.351 en lo que va de año, entre los que también se cuentan los 629 que desembarcaron el pasado mes de junio del buque Aquarius, tras la negativa de Italia y Malta de acogerlos en sus puertos. Con toda esta afluencia masiva, el itinerario español para pisar suelo europeo supera ya al italiano, que en anteriores períodos encabezaba el ranking.