El Brexit siembra dudas en el mercado del vino

I. Ballestero
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La provincia suma ventas por valor de más de 80 millones de euros hasta octubre en el Reino Unido, el séptimo país de la UE con el valor más alto en las operaciones vinícolas

El Brexit siembra dudas en el mercado del vino - Foto: Rueda Villaverde

El calendario del Brexit continúa descontando días pero lo hace ahora sin un paracaídas que le otorgue cierta seguridad. Después de la negociación entre el Reino Unido y la Unión Europea para definir una transición blanda en la desconexión británica de las instituciones europeas, el Parlamento británico tumbó el acuerdo entre las partes con la derrota más abultada de su historia y devolvió las nubes a un cielo que nunca fue azul. Porque ese acuerdo, que giraba en torno a la frontera con Irlanda pero que definía, a la larga, los primeros dos años de desconexión del Reino Unido, otorgaba a los 573 ciudadrealeños que residen allí una seguridad que ahora mismo está en el aire, y definía para las 72 empresas de la provincia que han operado en los últimos meses en territorio británico unas reglas del juego con las que mover sus estrategias en el corto plazo. De eso ya nada existe.

Ahora mismo la posibilidad de un Brexit ‘duro’ es la que cobra más fuerza, sobre todo después de que la opción b, un acuerdo interno entre Theresa May y Jeremy Corbyn que allanara el pacto con la Unión Europea, que se niega a redefinir el documento, se ha plagado de líneas rojas que ni uno ni otro están dispuestos a cruzar. La única certeza es el presente, es conocer quién se verá afectado por el impacto de una salida que camina hacia la ruptura tormentosa en lugar de hacia la despedida suave y cálida que se otorgan quienes un día colaboraron.

En el Reino Unido operan anualmente alrededor de 80 empresas de la provincia de Ciudad Real. Ni siquiera la cercanía del Brexit detuvo la actividad ciudadrealeña en las islas. En el año 2017, el último computado al completo por el Instituto de Comercio Exterior, dependiente del Ministerio de Economía, exportaron al Reino Unido 82 empresas, y el total que facturaron superó los 91 millones de euros. En los diez primeros meses del año pasado, el número de empresas ciudadrealeñas que habían completado ventas en el Reino Unido era de 72, y las ventas superaban los 80 millones de euros, lo que suponía que, a un ritmo normal en los dos últimos meses del año (entre cinco y nueve millones de euros), la cifra de 2018 cerrará en el Reino Unido por encima de la del año anterior.

Todo eso está en riesgo, porque la posibilidad de un Brexit ‘duro’ hace aflorar el fantasma de los aranceles en un mercado que se comporta especialmente bien para el sector del vino, puntal de las exportaciones de la provincia de Ciudad Real. No es sólo por el volumen de las ventas de vino en territorio británico, sino por su valor, porque el 82 por ciento de las ventas que se producen en aquel país por parte de las bodegas y cooperativas de la provincia son de vino embotellado, aquel que mayor valor añadido otorga a las operaciones. De hecho, dentro de la Unión Europea, el mercado británico era el séptimo en el que las ventas de vino ciudadrealeño alcanzaba un valor más elevado, con 1,35 euros por litro, y era desde luego el primero en volumen en aquellos con un valor añadido, toda vez que otros territorios más propicios en facturación, como Alemania o Francia, se nutren principalmente de graneles.

En los diez primeros meses de 2018, una veintena de empresas vinícolas completaron ventas por valor de más de 30 millones de euros. Además de los posibles aranceles, sobre el vino ciudadrealeño se cierne una posible subida de impuestos ya aventurada por el Gobierno británico.

cartas. En sentido contrario, el la Agencia Tributaria ha empezado ya a hacer los deberes. Ha enviado una carta, a la que ha tenido acceso La Tribuna, a empresas de la provincia que han realizado compras o contactos en el Reino Unido para avisarles del cambio del marco normativo que se producirá a partir del 30 de marzo, cuando la desconexión, si no media prórroga o acuerdo, sea una realidad. Es un aviso, de momento, dentro del mar de dudas sobre las que navega un proceso que, durante muchos momentos, se ha acercado al naufragio.