Cinco traficantes admiten su delito destapado en un caso de blanqueo

Pilar Muñoz
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Se les incautó más de 1,7 kilos de cocaína que presuntamente traían de Sudamérica para distribuirla en España donde operaban dos grupos criminales: uno distribuía en Pedro Muñoz

Una investigación por blanqueo de capitales y defraudación a Hacienda destapó una trama de tráfico de cocaína de ámbito nacional que dos años después ha llevado hasta el banquillo de los acusados a ocho de los nueve imputados, la mayoría dominicanos.

Uno, al parecer el capo, consiguió escapar antes de que empezaran las detenciones (algunas en Pedro Muñoz) que permitieron desmantelar dos laboratorios y la aprehensión de 1.700 gramos de cocaína, entre otras sustancias.

Ayer comparecieron ante el Tribunal en Ciudad Real ocho de los nueve detenidos. El letrado del noveno se enteró en la sala de vistas de la Audiencia Provincial que su cliente se había suicidado la madrugada del lunes 27 de julio en su vivienda de Cuatro Caminos (Madrid) por «razones pasionales». Así reza en la red, donde se dice que la muerte de Martín S. M., de 39 años, alias 'Renso', «ha causado consternación en la comunidad dominicana de Madrid».

No obstante, el Tribunal dio orden para confirmar la muerte de este hombre y pidió el certificado de defunción. Así que el abogado Rafael Molina, que le defiende por el Turno de Oficio, tendrá que volver hoy a la sala de visas para ver si efectivamente se confirma la muerte de su defendido. Tras solventar este incidente, el Tribunal de la Sección Primera procedió a escuchar a las partes (fiscal y letrados) que habían alcanzando un principio de acuerdo en virtud del cual se rebajaría la condena a los encausados si admitían los delitos y aceptaban la pena de prisión.

Los tiros. Cinco de los ocho acusados suscribieron el acuerdo y los otros tres han preferido ir a juicio. Entre los encausados que han firmado un pacto se encuentra el portugués Helder M.M.C., alias 'Miguel', para quien la fiscal pedía la condena más alta: 11 años de cárcel, que han quedado reducidos a seis años, seis meses y un día de cárcel, además de una multa de  148.369 euros.

 Helder M. admitió traficar con cocaína, pertenecer a un grupo criminal y haber ofrecido resistencia cuando iba a ser detenido junto a otros dos acusados, un ello el británico Jason P. Y., que se enfrenta a tres años y cinco meses de prisión por cómplice de tráfico de drogas, pertenencia a un grupo criminal y resistencia a la autoridad. Ayer negó los hechos y dijo que el 28 de noviembre de 2013 iba a comprar un helicóptero de aeromodelismo cuando se encontró con Helder y le acompañó a la estación de Málaga para recoger a una amiga suya, que resultó ser la también imputada Lucila G.M., que ayer admitió los delitos y pactó tres años de cárcel. La mujer escondía entre su ropa casi 150 gramos de cocaína. Según la fiscal, Jason P. Y. empujó a uno de los agentes y se introdujo en el coche donde estaba Helder, quien aceleró emprendiendo la huida. Fue entonces, quizá, cuando se efectuó un disparo que hirió a Jason, según su versión.

 «Los agentes, que iban de paisano y no se identificaron, dispararon al vehículo y noté que la sangre corría por mi espalda». Ya en la vivienda vio que era un rasguño y no fue al hospital. «No entendía porqué me habían disparado, yo vi a dos personas agresivas. Miguel (Helder) no me dejó salir del apartamento» y no fue al hospital. El procesado dijo que llevaba su perro, una animal muy pequeño, no una pistola, como pudieron pensar los agentes.

Sus compañeros de banquillo Andrés A.R. R. (se enfrenta a ocho años y seis meses de cárcel) también se declara inocente. Sólo conocía a Raúl N. R., alias 'El peluca',   quien le pagaba pequeñas cantidades por llevarle en el coche. «Yo llevaba a don Raúl al aeropuerto, él es el dueño de toda la trama, me daba 30 euros por el viaje. El iba por el aeropuerto como Pedro por su casa, y mira quién se está comiendo esto. Yo no sé nada de drogas. ¿Yo voy a llevar un cargamento de droga por 30 o 50 euros?», ironizó en su descargo.

Militares en su país. Uno de los viajes que hicieron Andrés A. y Leonardo A. fue a Pedro Muñoz para llevar supuestamente un coche para la venta. Precisamente, en este municipio manchego residía el matrimonio Eduardo E. C. L. y Yeni P. E., quienes admitieron traficar con drogas y pertenecer a un grupo criminal, pactando tres años y medio de cárcel. Ella tenía una casa en Quintanar de la Orden que había sido acondicionada como un laboratorio para transformar y distribuir la cocaína. Leonardo A. negó conocer al matrimonio y reiteró que «íbamos a llevar el carro a un señor y caímos detenidos. Yo nunca  he llevado droga; en mi país fui militar. Fuimos a llevar el coche al comandante (apodo de unos de los jefes) de Pedro Muñoz».

Carlos C.M., el único español en la trama, confesó hacer de mula. Le pillaron en el aeropuerto de Barajas con algo más de un kilo de cocaína en 33 bolas, pactó seis años, seis meses y un día por tráfico y pertenencia a grupo criminal.