Los precios dieron un cierto respiro a los bolsillos de los ciudadrealeños durante 2018. Según dio a conocer ayer el Instituto Nacional de Estadística, la cesta de la compra, el IPC, se encareció durante el año pasado el 1,1 por ciento, un incremento que se situó por debajo de la evolución de los precios registrada en el resto del país y de la región, donde el IPC creció una décima más, el 1,2 por ciento.
En el listado de productos a los que el INE toma la medida para comprobar la evolución de los precios de servicios y bienes en los comercios y tiendas de la provincia destaca uno por encima de todos a la hora a la hora de ver qué es lo que más ha bajado durante el pasado año: los equipos de telefonía, que en diciembre de 2018 fueron un 16,5 por ciento más económicos que en diciembre de 2017. Los equipos audiovisuales, fotográficos y de procesamiento de información también resultaron más baratos al acabar el año, un 5,4 por ciento más, mientras que los artículos de equipos para ocio, jardinería y animales domésticos acabaron 2018 con precios más asequibles en comparación con 2017, un 3,2 por ciento.
Según las estadísticas del INE, el 2018 se despidió con una moderación en los precios que se notó más en la recta final del año, especialmente como consecuencia de la bajada de los precios de los carburantes, sobre todo del gasóleo y la gasolina así como al gasóleo para calefacción y a los servicios de alojamiento. En tasa interanual, las rúbricas que experimentan los mayores descensos de precios son los aceites y grasas (-12,2%), transporte público interurbano (-3,1%) y objetos recreativos (-1,9%). En el lado opuesto, los mayores ascensos de precios en el último año los experimentan las patatas y sus preparados (+11,1%), las frutas frescas (+5,9%) y calefacción, alumbrado y distribución de agua (+3,7%).
Unas buenas noticias para la economía ciudadrealeña en forma de abaratamiento de precios que comparten otra decena de productos y servicios que analiza el INE, que también marcó subidas de precios en otros 28 (en dos, los precios se mantienen, tanto en los servicios hospitalarios como en los financieros). A la cabeza del incremento de precios en 2018, los servicios postales, junto con la electricidad, el gas y otros combustibles; y las bebidas alcohólicas; los efectos personales; y los servicios de telefonía y fax.