A grandes males, grandes remedios. Este dicho se lo aplicaron bien los dos porteros canteranos del BM Alarcos durante el partido de la eliminatoria de Copa del Rey ante el Academia Octavio (24-23), primero de los muchos que se va a perder por lesión el meta gallego Jorge Villamarín, que se verá obligado a estar entre seis semanas y dos meses de baja por culpa de una inoportuna doble fractura de los huesos metacarpianos de su mano izquierda. Una baja «muy importante» para el equipo, como la cataloga su entrenador, resignado a prescindir de él cuando se encontraba «en un gran momento de forma».

Sin embargo, ante los vigueses, Mario Blanco y Javi de la Cruz se encargaron de tranquilizar a su técnico. El primero firmó un partido espectacular, con una veintena de intervenciones acumuladas en uno de sus mejores actuaciones con la sudadera alarquista. Además, el segundo ayudó deteniendo un lanzamiento de siete metros, demostrando que pertenece a la primera plantilla por algo. Los dos aseguran estar «preparados» para asumir la responsabilidad de la portería manchega, empezando por el compromiso liguero de este sábado en Pontevedra ante el Cisne (18 horas).

«Es una situación parecida a la del año pasado, cuando Lolo encadenó el accidente de tráfico y una enfermedad. Es una pena lo de Jorge, pero tengo que aprovechar la oportunidad, porque los minutos no sobran», asegura Mario Blanco, que recuerda que en dos de las cuatro jornadas ligueras disputadas no había podido entrar en la convocatoria en dos. «No voy a fallar», sentencia Blanco, agradecido al gran trabajo defensivo de sus compañeros ante el Academia Octavio.

Por su parte, Javi de la Cruz deseaba que «Jorge se recupere pronto», aunque subrayaba que «estoy preparado» para jugar lo que decida su entrenador, un Javi Márquez salomónico: «Estoy muy contento con mis tres porteros, pero si me falta uno nos quedamos bajo mínimos».