Al igual que su equipo, el Manzanares, Juanjo Luque fue protagonista de lo mejor y lo peor del derbi con el Almagro (2-3). El extremo andaluz dio las asistencias de los dos goles de su equipo y se mostró tremendamente peligroso, pero a falta de once minutos vio la segunda amarilla por intentar rematar un balón con la mano.

«Se me fue la cabeza, fue un acto de pardillo, un acto reflejo», lamentó Luque, que confesó que «me dolió mucho dejar al equipo con diez y perderme ahora un duro desplazamiento a Almansa».

El andaluz cree que el conjunto franjiblanco debe intentar ser más regular durante los partidos y admitió los problemas que sufre el equipo «cuando encajamos goles. Nos cuesta reponernos varios minutos y eso nos está castigando». Además, afirmó que en el Manzanares «hay un grupo excepcional y eso se tiene que notar sobre el campo».