47 pacientes contra la esofagitis eosinofílica

Nieves Sánchez
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Medio centenar de pacientes del área de Digestivo del Hospital de Tomelloso participa en un ensayo clínico a nivel europeo para dar con un fármaco que mejore la calidad de vida de las personas que padecen una enfermedad crónica que afecta al esófago

Medio centenar de pacientes del área de Digestivo del Hospital General de Tomelloso participa en un ensayo clínico a nivel europeo para dar con un fármaco que mejore la calidad de vida de las personas que padecen esofagitis eosinofílica, una forma particular de alergia alimentaria crónica caracterizada por la inflamación del esófago tras el contacto con alérgenos de la dieta. La EoE (por sus siglas en inglés) surgió por primera vez en la década de 1980 y fue definida como una enfermedad diferenciada de otras esofagitis en 1993. El de Tomelloso es el hospital español de los siete que participan que más pacientes incorpora al ensayo (47), en el que están incluidos un total de 36 hospitales de toda Europa y 215 pacientes (80 españoles).

El jefe de la Sección de Aparato Digestivo del Hospital General de Tomelloso, Alfredo Lucendo, centro pionero en la investigación a nivel nacional sobre esta enfermedad y su tratamiento, explicó a La Tribuna que la esofagitis eosinofílica constituye en la actualidad «la primera causa de dificultad para tragar y de atragantamientos repetidos en menores de 50 años, incluidos niños». Desde su consulta atiende a más de 300 pacientes con este diagnóstico de diferentes puntos de la península y las islas.

Una patología que, según las últimas investigaciones publicadas, se da en 50 casos por 100.000 habitantes (1 de cada 2.000 personas) y explotó en los 2000 cuando empezaron a incrementarse los diagnósticos. «Hasta lo que se ha investigado es una enfermedad crónica y por lo tanto los casos se acumulan, genera aislamiento social e implica un gasto excesivo de recursos sanitarios, porque, aunque cada vez es menos frecuente, tiene un retraso diagnóstico muy importante». Y es que, según indicó Lucendo, desde que el paciente empieza a notar que no ingiere bien, que la comida se le queda parada en el esófago, que come más despacio que el resto y empieza a quedarse en casa por miedo a atragantarse, pueden pasar hasta que se diagnostica «entre cuatro y seis años».

Además, declaró el facultativo, en algunos casos severos hay pacientes que han acabado con tratamientos de salud mental. «Y esto en los niños es todavía peor porque no pueden expresar bien lo que les pasa, no pueden comer, no quieren comer y dejan de crecer».

Pero el particular calvario de estas personas no acaba en el diagnóstico. El siguiente paso es el tratamiento. «Esta enfermedad es una alergia alimentaria, mayoritariamente, y en pocos pacientes ambiental. Es una inflamación del esófago, ni más arriba en la garganta ni más abajo en el estómago, provocada por un alimento que produce alergia, entonces dar con ese alimento o alimento conlleva muchos meses».

Por este motivo, según apuntó Lucendo, se han empleado fármacos para tratar la EoE desde sus primeros casos, siendo los corticoides tópicos usados en el asma y en otras alergias «los más eficaces y seguros». Sin embargo, hasta muy recientemente no se disponía de medicamentos específicamente desarrollados para la EoE. La Agencia Europea del Medicamento acaba de aprobar Jorveza®, el primer fármaco desarrollado específicamente para ofrecer una alternativa eficaz a muchos pacientes con EoE.

«Para algunos pacientes con aislar el alimento que les produce la alergia es suficiente, pero en otros no es tan fácil y requieren de una medicación de por vida».