La sociedad española ha sabido interiorizar mejor que ninguna otra en el mundo la lucha contra la violencia sobre las mujeres, aquella que se ejerce por el mero hecho de serlo y que no se puede confundir con la violencia intrafamiliar. Así lo puso ayer de relieve la presidenta nacional de Afammer, Carmen Quintanilla, en el desayuno de trabajo que celebró con los medios de comunicación para repasar las actuaciones y programas desarrollados por la Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural a lo largo del año que acaba de finalizar y para anunciar las líneas de trabajo en 2019 que pasan por avanzar para alcanzar la igualdad real con la puesta en marcha de actuaciones y programas nuevos como el destinado a las mujeres mayores del mundo rural.
El invierno demográfico «no nos puede pillar desprevenidos» y «hoy más que nunca hay que hablar de mayores y de forma muy especial de mujeres que son un referente en el mundo y contra la lucha de la violencia de género. Afammer va a seguir batallando en este campo con más campañas y programas».
A juicio de la también diputada nacional del Partido Popular, no se puede cuestionar el trabajo que se está haciendo para erradicar la violencia de género como el Pacto de Estado que lideró el PP. Y tampoco se puede cuestionar la Ley de Violencia de Género, remarcó a preguntas sobre el planteamiento de Vox. Llegado a este punto recordó que desde 2003 casi 1.000 mujeres, concretamente 976 han sido asesinadas por sus maltratadores, 47 en 2018. En este contexto, hizo un llamamiento al Gobierno para que ofrezca «datos reales» de la violencia machista que sufren las mujeres del medio rural, con registros diferenciados para que se conozca la realidad.
En cuanto a los programas realizados en 2018 por Afammer, destacó que han beneficiado a más de dos millones de mujeres de toda España. A lo largo del año que acaba de finalizar Afammer ha cumplido casi el 100% de los objetivos que se había propuesto porque han trabajado con «ahínco» y porque han puesto ilusión, la misma que pusieron hace 36 años cuando construyeron e hicieron posible el nacimiento de Afammer, y porque tienen un gran equipo de trabajo, sobre todo las 190.000 mujeres que forman parte de él.
Enérgica y combatiente
Carmen Quintanilla se mostró enérgica y combatiente en la lucha por la igualdad real consciente de que queda mucho por hacer y de que no se puede caer en vaguedades y frivolidades en alusión a algunos medios de comunicación que se hicieron más eco del vestido de la reina Letizia en el II Congreso Internacional que Afammer celebró en Madrid que del mensaje a las mujeres del medio rural y la trascendencia de esta convención que reunió a más de mil mujeres en un foro de debate para avanzar en la igualdad con la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible y ante siete ministros a los que pidieron compromiso e implicación. La prensa está para «informar, educar. Faltó rigor en algunos medios», lamentó Quintanilla.