La ola de calor está marcando el desarrollo de las primeras etapas de la Vuelta a Portugal, hasta el punto de que la organización decidió este sábado recortar en 27 kilómetros la cuarta etapa, prevista para hoy. Las tórridas temperaturas que están teniendo que sufrir los corredores, entre ellos el pedroteño Marcos Jurado (Efapel) y el argamasillero Vicente García de Mateos (Aviludo Louletano), han abierto un debate sobre la necesidad de que se aplique el protocolo existente para estas circunstancias y que puede llevar incluso a la suspensión de la etapa.

Marcos Jurado es comprensivo con la organización y asegura que «la Vuelta a Portugal siempre es especial por estas altas temperaturas» y piensa que «de momento no creo que sea necesario suspender etapas».

En estos días las temperaturas han llegado a superar los 45 grados y el pedroteño admite que «nunca había competido con tanto calor». Ahí es cuando saca a relucir su casta y origen manchego, «pues entrenando en Pedro Muñoz yo he vivido días aún peores. Hay corredores del norte y del centro de Europa que lo estarán pasando muy mal. Los españoles, portugueses e italianos lo estamos llevando mejor. Ésa es la clave y el truco para sobrellevarlo mejor, vivir en una zona como la nuestra porque el cuerpo se acostumbra a ese calor sofocante», bromea Jurado, que por ejemplo en la jornada del viernes llegó a consumir más de 15 bidones.

Entre sus recomendaciones, advierte que «la gente abusa echándose agua por encima. Eso te agobia aún más. Hay que echarse un poco por la nuca o las muñecas, pero yo estoy viendo auténticas exageraciones de echarse bidones enteros por encima». Aconseja «ir bebiendo muy a menudo y en pocas cantidades» y sobre esa imagen de los bomberos refrescando a los corredores confiesa que «sí que se agradece y ayuda, pero a mí no me termina de gustar».