Emilio Pérez Pizarro (1 de octubre de 1975, Ciudad Real) acaba de dirigir su partido 600 en ACB, con más de 18 años de carrera a sus espaldas arbitrando partidos en la máxima categoría nacional, 15 de ellos compaginándolo con competiciones europeas.

Cumplir 600 partidos en ACB no es fácil. ¿Hasta qué cifra le gustaría llegar?

No me lo he planteado. Prefiero ir disfrutando del presente, del día a día. Arbitrar partidos de baloncesto es algo que me apasiona, y por eso sigo tan ilusionado como al principio. Me siento un privilegiado por poder hacer algo que me gusta, y por eso no me he marcado ninguna meta. Cuando me deje de gustar e ilusionar como ahora, entonces habrá llegado el momento de estudiar cuándo dejarlo.  De momento, ni me lo planteo. Malo será cuando no tenga esa ilusión.

600 partidos y más de 18 años en ACB no son pocos. ¿No se le ha hecho largo?
Son muchos partidos, muchos viajes, muchas experiencias, anécdotas… Pero se me ha pasado muy rápido. Tanto en la vida como en el trabajo, todo pasa muy rápido, por eso yo siempre digo que hay que aprovechar el presente al máximo, disfrutar con las pequeñas cosas que te rodean, y en mi caso es el baloncesto y, sobre todo, mi familia, que es un pilar fundamental en todo eso. Sin el apoyo de mi mujer y de mi hija no hubiera podido llegar hasta esta cifra, ni mucho menos. 

¿Ha vivido muchos momentos tensos o incómodos durante los partidos?

Después de tantos años es lógico que haya habido momentos tensos, pero ninguno desagradable. Además, al final del partido todo queda ahí y se olvida. Te piden disculpas o las pido yo, cuando sé que me he equivocado en alguna acción. Lo que pretendemos los árbitros es hacer nuestro trabajo lo mejor que sabemos.

Durante todo este tiempo, ¿ha hecho amistades de verdad entre jugadores o entrenadores?

Claro. Me llevo muy bien con muchos jugadores y entrenadores, tanto en activo como retirados, con los que mantengo una relación cercana, pero prefiero no citar a nadie para evitar suspicacias y que nadie lo pueda aprovechar de forma negativa.

Hablemos del futuro. ¿Descarta la posibilidad de vivir la experiencia de arbitrar en unos Juegos Olímpicos?

Sé que es muy complicado por el enfrentamiento entre la Euroliga y la FIBA (Federación Internacional). Yo, al estar arbitrando Euroliga, ya casi no cuento para dirigir partidos FIBA. De hecho, llevo dos años sin designaciones y así es muy difícil poder optar a estar en competiciones FIBA. No soy muy optimista sobre que este conflicto se resuelva a tiempo. Personalmente, creo que para los árbitros es una situación injusta si se compara con la de los jugadores, a los que sí se les va a permitir volver con sus selecciones en estos campeonatos.
 

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