La pérdida de la inocencia a través de viñetas

Rodrigo P. Miguel
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La novela gráfica 'Guantanamo Kid' relata los siete años de detención y privación de libertad del presunto terrorista Mohamed el Gorani en la base estadounidense

La pérdida de la inocencia a través de viñetas

Lo sucedido dentro del centro de detención de Guantánamo supuso uno de los episodios más negros de la Historia reciente en lo que a la transgresión de derechos humanos se refiere. Se convirtió en un bastión de la alegalidad donde Estados Unidos retuvo de manera indefinida -y sin estar atados a la convención de Ginebra- a cientos de sospechosos de terrorismo durante meses, y en algunos casos, años. Un limbo jurídico que escandalizó a la opinión pública cuando algunos casos de abusos de autoridad salieron a la luz. 

Torturas indiscriminadas, palizas diarias, privación de sueño o celdas sin las condiciones básicas de habitabilidad para un hombre -y casi para un animal- estaban a la orden del día. 

Norma Editorial nos trae la necesaria obra Guantanamo Kid. Guionizada por el galo Jerome Tubiana, esta demoledora novela gráfica nos relata el periplo de Mohamed El Gorani en su paso por el infame campo de detención de esa base naval. Detenido a la edad de 14 años, no fue hasta los 21 cuando sería exonerado y finalmente liberado tras no haberse podido probar ningún cargo en su contra en siete años privado de libertad.

Como se puede uno imaginar, no es una obra fácil de leer, sirva como advertencia al lector. Este no debe llevarse a engaño por la maravillosa simplicidad de sus dibujos, que son obra del talentoso Alexandre Blanc. 

Jerome Tubiana no suaviza siete años de infierno sufridos por un adolescente acusado de terrorismo que, en busca de una vida mejor, encontró un viaje sin retorno -casi- al infierno. No escatima detalles de torturas, comportamientos atroces de carceleros, las miserias de los demás presos -que en algunos casos preferían quitarse la vida a seguir ahí- o del infierno que supuso estar incomunicado casi un lustro. Quizás la elección de Tubiana-periodista de profesión- por una novela gráfica en lugar de un artículo o un libro deje bien claro las intenciones de este Guantanamo Kid.

Elegir un formato cercano y fácil de digerir para intentar hacer llegar a cuantas más personas mejor algo que, de otro modo, no sería tan sencillo. Elige no pasar página y poner en la picota un episodio que parece haber sido olvidado, o en algunos casos justificado, por la opinión pública. No obstante, no es una obra hermética. Es muy accesible para toda edad o condición cultural. Es un cómic protesta de gran calidad que conseguirá remover conciencias en quienes decidan acercarse a él.