El voto de los ciudadanos para elegir a sus respectivos alcaldes en los próximos comicios del 26 de mayo también determina la configuración del Pleno de la Diputación. El número de diputados provinciales no se elige al azar, sino de acuerdo con la población y tomando como referencia una escala incluida en la Ley del Régimen Electoral General, que dictamina que a las provincias con hasta 500.000 habitantes le corresponden 25 diputados, y Ciudad Real arroja una población total de 499.100 habitantes, según el último padrón con fecha de 1 de enero de 2018, lo que supone la pérdida de 3.478 vecinos frente a los 502.578 en relación a la misma fecha del año anterior. Rango poblacional que implica que la composición de la Diputación pase en las próximas elecciones de los 27 a los 25 diputados. Menos vecinos y por lo tanto, menos diputados.

La provincia está dividida en siete partidos judiciales, que por su cabecera son: Alcázar de San Juan, Ciudad Real, Daimiel, Manzanares, Puertollano, Valdepeñas y Villanueva de los Infantes. En función de la población que engloban se reparten proporcionalmente los diputados a elegir teniendo como base dos criterios: todos los partidos judiciales deben tener al menos un diputado, y ningún partido tendrá más de tres quintos del total. Así, y  teniendo en cuenta el último censo, los diputados en cada uno de los partidos judiciales para estas elecciones quedarán repartidos de la siguiente manera en: Alcázar de San Juan 6, en Ciudad Real 8, en Daimiel 2, en Manzanares 2, Puertollano 4, Valdepeñas 2 y Villanueva de los Infantes 1. La caída de población conllevará que los partidos judiciales de Manzanares  y Valdepeñas tengan ‘asignados’ un escaño menos con respecto a hace cuatro años. Así, Manzanares engloba una población de 44.843 habitantes, lo que supone el 8,9 por ciento de la provincia, y Valdepeñas  47.475 (9,5%).  

Los ciudadrealeños que acudan a las urnas el próximo 26 de mayo no encontrarán una papeleta para elegir a los miembros de la Diputación. Su composición se hace con dos sobres en los que hay que introducir dos papeletas, mostrando el apoyo para una candidatura municipal y una candidatura provincial a las Cortes regionales. Sin candidaturas específicas y sin una papeleta destinada a la Diputación, la composición de la misma está directamente relacionada con una de las dos votaciones: la de los ayuntamientos. Constituidos los consistorios de la provincia, la Junta Electoral de Zona procede a formar una relación de todos los partidos que hayan obtenido algún concejal dentro de cada partido judicial y los ordenan en orden decreciente al de los votos obtenidos.  Después, distribuye los puestos que corresponden a los partidos aplicando la Ley D’Hondt, es decir, el número total de votos se divide tantas veces como diputados hay en juego. Los mayores cocientes determinan la asignación de diputados. Pasados cinco días de esta asignación, la Junta Electoral convoca por separado a los partidos para que sean los concejales electos de cada formación los que, con al menos un tercio de apoyos, decidan quién o quiénes de ellos van a ser diputados.

Con toda esta serie de baremos, en la actualidad la Diputación de Ciudad Real está presidida por el socialista José Manuel Caballero y  la conforman 27 diputados provinciales, de los que quince corresponden al Partido Socialista y el resto, doce, son  diputados del Partido Popular como así determinaron los comicios de hace cuatros. Ahora, y tras conocer cómo se elige cada diputado provincial, habrá que esperar a conocer el resultado de las urnas de mayo. De momento, lo que sí es seguro es que estará formada por 25 diputados, ya que la merma poblacional resta dos sillones en el Pleno de la Institución provincial.