Desciende el número de alumnos que pasa curso con suspensos

Cándido de la Cruz
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Los sindicatos muestran su rechazo a que los estudiantes obtengan el título de Bachillerato con una materia no superada, punto polémico de la reforma educativa proyectada por el Gobierno central.

Imagen de alumnos en un centro educativo de Ciudad Real. - Foto: Rueda Villaverde

El mes de enero llega marcado en rojo en el ámbito educativo con el proyecto de reforma de la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) y la propuesta de permitir aprobar Bachillerato con un suspenso como medida más polémica.

El Bachillerato es un estudio no obligatorio y tiene una duración de dos cursos académicos: pueden promocionar a segundo los estudiantes con dos asignaturas pendientes, pero para obtener el título debe contar con todas las materias aprobadas en el segundo curso.

Los datos que ofrece el Ministerio de Educación y Formación Profesional no permiten conocer el número de alumnos que suspendieron alguna asignatura en 2º de Bachillerato y por tanto no pudieron obtener el título, aunque sí que ofrecen estadísticas sobre los estudiantes que promocionaron de 1º a 2º con materias no superadas.

En el curso 2016-2017 hubo 805 alumnos que accedieron a 2º con una o dos asignaturas suspendidas; la tendencia ofrece una disminución progresiva desde el millar de alumnos que promocionaron en el curso 2011-2012. A la inversa, ha crecido el número de alumnos que accede al último curso de Bachillerato con todas las asignaturas aprobadas: de 2.051 en 2011-2012 a 2.202 en 2016-2017. Sobre el número de estudiantes que concluyen sus estudios de Bachillerato, en el curso 2016-2017 hubo 2.892 frente a los 2.738 que finalizaron en el curso 2011-2012.

en contra. A pesar de que estadísticamente disminuye el número de suspensos, los sindicatos se muestran totalmente contrarios a la propuesta recogida en la conocida como ‘ley Celaá’. El presidente del sector de Educación de CSIF Castilla-La Mancha, José Antonio Ranz, se muestra muy crítico con la intención del Gobierno, que «no premia el esfuerzo», además de recordar que «otra de las novedades del anteproyecto de ley es que los alumnos con más de dos asignaturas pendientes puedan pasar a 2º de Bachillerato, donde cursarían las materias suspendidas, y habría un tercer curso en el que los estudiantes completarían las materias que no hayan cursado en 2º, es decir, un sistema que se asemeja al universitario», lo que a su juicio «es una forma de maquillar las estadísticas para que consten menos repetidores, pero luego será muy difícil que el centro controle cómo los estudiantes compaginan asignaturas de diferentes cursos, es un despropósito».

Para Mónica Sánchez de la Nieta, presidenta provincial de Anpe, se trata de una medida que «no tiene ni pies ni cabeza. No incitamos a que el alumno se esfuerce, no es coherente», y argumenta que «en los ciclos formativos necesitas aprobar todos los módulos».

ESO. La etapa de ESO comprende dos ciclos: el primero de tres cursos escolares y el segundo de uno, enfocado hacia el Bachillerato o la Formación Profesional (FP), que se realiza entre los doce y los dieciséis años de edad.

En 2016-2017 promocionaron 5.310 alumnos en los cuatro cursos con alguna materia suspendida frente a los 11.636 que lo hicieron con todas las asignaturas aprobadas. El descenso desde el curso 2011-2012 (5.773 alumnos con suspenso) es poco significativo.