Un San José casi Salzillo

Diego Farto / Ciudad Real
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El Museo destaca un busto policromado propiedad de la Parroquia de San Bartolomé de Almagro, similar al que se encuentra en el convento de las Clarisas de Murcia

Un busto de San José, sorprendentemente joveny atribuido al taller de Francisco Salzillo, es la obra seleccionada por el Museo Diocesano para el mes de marzo, con lo que se recupera la costumbre de vincular la pieza destacada a las fechas del calendario litúrgico, en este caso el 19 de marzo. El vínculo entre esta talla, propiedad de la Parroquia de San Bartolomé de Almagro, y la escuela del escultor del siglo XVII que concentró la mayor parte de su producción en Murcia, se establece por la simetría entre las facciones de este San José y el la talla que se conserva en el convento de las Clarisas de Murcia, cuya autoría está claramente documentada.

La pieza, que se encuentra en el Museo Diocesano desde su apertura en 1990, tiene unas dimensiones de 35 por 25 centímetros y muestra a un San José de pelo castaño oscuro, largo y ondulado, con barba y ojos de cristal. Además del rostro, se reproduce el cuello, parte de los hombros y del pecho, según detalla el comentario iconográfico realizado por la historiadora del arte, Ana María Fernández Rivero, colaboradora voluntaria del museo. El trabajo de talla, que se encuentra en la sala II del Museo, es de una gran finura y se completa con la policromía con la que están pintadas, por ejemplo las cejas de la misma.

El culto a San José se desarrolla especialmente a partir del concilio de Trento (1545-1562). En España, una de sus principales impulsoras fue Santa Teresa de Jesús. La Santa andariega situó bajo su advocación un buen número de los conventos que fundó en diversas ciudades. Se le considera modelo de padre y esposo, fue nombrado por el Papa Pío IX, en 1847, patrón de la Iglesia universal; de los trabajadores, de infinidad de comunidades religiosas y de la buena muerte.