La crisis bancaria se lleva unos 100 empleos en la provincia

N. S.
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El sector bancario de la provincia atravesó 2017 con 363 empleados, lo que supone un 22,7% menos de plantilla en la red provincial que al cierre del ejercicio 2008, cuando había trabajando 474 personas en las oficinas de Ciudad real

Fue justo el año que marcó el inicio de la crisis económica. En concreto, la banca ciudadrealeña ha perdido uno de cada cuatro empleados en estos diez años en una tendencia a la baja que no se está revertiendo con la recuperación económica, tal y como refleja el anuario estadístico de la Asociación Española de Banca.

Unido a este adelgazamiento progresivo de las plantillas, aparece una red de oficinas cada vez más esquilmada en la provincia. En concreto desde 2008 y hasta diciembre de 2017 se han cerrado en Ciudad Real un total de 91 sucursales bancarias, según la estadística que publica el Banco de España.

El desplome del sector bancario comenzó hace diez años. En 2008 y debido al estallido de la burbuja inmobiliaria, el sistema bancario español acometió una profunda reestructuración en la que, mediante adquisiciones y fusiones, perdió una tercera parte de su estructura. El Banco de España apunta a nivel nacional desde ese año a la pérdida de 17.311 oficinas (el 37%). En Ciudad Real tras rozar el medio millar de oficinas en diciembre del 2008 (474) se llegó al mes de diciembre de 2017 con un 19% menos, en total 383 oficinas.

Esta restructuración del sistema bancario español ha derivado en despidos en medio de EREs y prejubilaciones incentivadas, procesos también provocados por la apuesta de los bancos por la implantación del negocio digital. En el último lustro en la provincia se han perdido por estos procesos más de medio centenar de empleos en la red bancaria. Si en 2013 había 427 personas trabajando en las oficinas, 2015 y 2014 se cerraron con 504; 2016 con 372 y 2017 con 363.

Dentro de los procesos de restructuración más importantes que se han vivido en los últimos años y concreto en el último lustro y han afectado a la red bancaria provincial se encuentra la más reciente por los despidos por ERE fruto de la entrada del Popular en el Santander. Yendo más atrás, el movimiento iniciado en noviembre de 2009 con la integración parcial de Caja Castilla-La Mancha (CCM) en Caja de Ahorros de Asturias (Cajastur) por decisión del Comité Ejecutivo del Banco de España, que intervino la entidad en marzo de ese año. Un proceso que culminó en febrero de este año con la fusión mediante absorción de Liberbank a Banco de Castilla-La Mancha (BCLM).

Los sindicatos apuntan a que la reducción de plantilla en el sector bancario tiene varias consecuencias, entre ellas, la prolongación de jornada de los trabajadores que se quedan en la empresa y que no se compensa, así como la concentración de las entidades financieras que se está produciendo y que está llevando «a un oligopolio bancario y a una menor competencia».