Sería así ya que el número de personas que da positivo en los controles de alcoholemia que realiza de manera habitual la Guardia Civil de Tráfico es muy bajo. De hecho, según los registros de la Dirección General de Tráfico a los que ha tenido acceso este diario, a lo largo de 2017 se realizaron en la provincia más de 90.000 pruebas de alcoholemia en territorio ciudadrealeño, superando con mucho las pruebas realizadas en 2016, y el número de positivos fue relativamente bajo, apenas 1.200. Esto significa que sólo uno de cada 100 conductores de la provincia que fue requerido para soplar en la prueba de alcoholemia superó los límites establecidos por la ley, y dentro de esos positivos solo uno de cada veinte es en pruebas que aplican la tasa reducida, es decir, para conductores noveles o profesionales.
Primero, las cifras. Según los datos de la Dirección General de Tráfico, en la provincia de Ciudad Real se realizaron el año pasado 90.696 pruebas de alcoholemia a conductores en la provincia, de las cuales sólo 1.193 dieron positivo. Dentro de esas denuncias, en 82 se aplicó la tasa reducida, esto es, la que se aplica en caso de conductores profesionales o noveles, que en lugar de ser 0,25 miligramos por litro es de 0,15 miligramos por litro. El número de positivos en este colectivo, el de conductores profesionales o noveles, se redujo con respecto al año anterior, cuando los positivos fueron 121, y es la cifra más baja desde el año 2013, cuando según los datos de la DGT se detectaron 49 positivos en conductores noveles o profesionales.
«El 99 por ciento de nuestros profesionales está muy concienciado con el riesgo que supone consumir alcohol cuando realizan su trabajo, y saben que su tasa es cero», aseguró el presidente de la patronal del transporte de mercancías por carretera en la provincia, Carlos Marín, que no obstante reconoció que en los casos en los que no es así, «debería facilitarse la adopción de medidas disciplinarias a las empresas, que no tenemos muchas opciones de aplicar expedientes o despidos por estas conductas».
drogas. Mientras la cifra de controles de alcoholemia que resultan positivos suma un lustro a la baja, pese a que el año pasado se hicieron muchos más controles (90.696) que en 2016 (79.790), en el caso de los positivos por drogas al volante la tendencia es justo al contrario, y a medida que han ido incrementando las pruebas se han detectado más positivos. En el año 2012, según las cifras aportadas por la DGT a este diario, se hicieron 45 pruebas y se detectaron 40 positivos. El año pasado el número de pruebas llegó a 1.654, y prácticamente la mitad de ellas, 762, fueron positivas, lo que supone que el número de personas cazadas por conducir bajo los efectos de las drogas prácticamente se duplicó con respecto a 2016, cuando se registraron 463 positivos.