El Balonmano Alarcos atraviesa uno de los mejores momentos de la temporada. Tras el magnífico encuentro ante el Grupo Covadonga (26-22), el conjunto ciudadrealeño prácticamente ha dejado sellada su permanencia y, lo que es más importante, parece haber despejado aquellas dudas que le llevaron a dejarse escapar puntos en partidos que estaban realmente controlados.
Juan Lumbreras cumple su segunda etapa en la entidad tras un paréntesis en el extranjero por motivos de estudios y asegura que el equipo «está unido y fuerte. Supongo que ahora nadie quiere medirse con nosotros porque somos un bloque bueno, complicado en ataque y en defensa».
Eso sí, el pivote ciudadrealeño no cree que el Balonmano Alarcos haya alcanzado su techo: «Siempre intentamos salir a mejorar en cada encuentro», ni piensa que la salvación esté hecha: «No podemos relajarnos porque los de abajo van a salir a morder y sacarán algún punto con los de arriba».
Sin agobios clasificatorios, Lumbreras apuesta por seguir pensando «partido a partido» y considera que será clave que «disfrutemos de cada entrenamiento y de cada partido. Somos recién ascendidos a División de Honor Plata y no estamos en una situación de agobio. Cada partido debe ser una experiencia para nosotros porque estamos jugando ante equipos grandes, históricos del balonmano español y hay que disfrutar».
JAVI DE LA CRUZ, DUDA. De cara al partido de mañana sábado ante el Cisne en el Quijote Arena, la principal novedad en las filas alarquistas es el estado de salud de Javi de la Cruz. El portero ciudadrealeño ha sufrido un problema vírico durante la semana y no ha podido entrenarse, de ahí que será duda hasta última hora.
De la Cruz está cuajando una notable campaña, tomando la responsabilidad por las lesiones de los porteros Jorge Villamarín y Mario Blanco. El ciudadrealeño va mejorando, poco a poco, de sus problemas de espalda, mientras que el gallego ha reaparecido a un excelente nivel. El que tampoco podrá entrar en la convocatoria es Yuste, que continúa lesionado.
Por lo demás, el equipo entrenado por Javi Márquez continúa preparando la segunda cita consecutiva en el coliseo manchego con el ánimo «de mantener esa línea, sin picos de juego», afirmó el entrenador manzanareño, que valoró el hecho de repetir en casa: «Jugar en el Quijote Arena es más cómodo para todos. Estamos en casa y jugar ante nuestra afición siempre nos da un plus. Para nosotros es fantástico estar arropados por la peña La Batalla, siempre tan bulliciosa y que no para de animar. En pocos pabellones se ve un ambiente así», de ahí que confía en que el factor cancha sea decisivo para tumbar al Cisne y seguir en la pelea por la sexta posición, que daría derecho a disputar la fase de ascenso a Asobal.