Si hay un duelo especial para el Vestas BM Alarcos, ése es ante el Barça B. Por el potencial del rival, actual colíder de la clasificación, así como por el club al que pertenece, histórico adversario para los aficionados ciudadrealeños, los encuentros contra el filial azulgrana siempre son de las citas más esperadas de la temporada, y el duelo de este domingo (12.30 horas, Quijote Arena) no es una excepción.
Sólo tres puntos separan a manchegos y catalanes en la clasificación, y los dos pueden presumir de ser los equipos en mejor momento de la competición, los primeros tras haber encadenado tres victorias, y los azulgrana al haber enlazado tres triunfos y un empate. Un aliciente deportivo que se añade a los muchos atractivos de un duelo que ya se puede considerar clásico en esta categoría, entre dos conjuntos que se conocen bien.
De hecho, el Barcelona B fue el rival del BM Alarcos en su debut en Plata, en un partido que se disputaba en el pabellón Puerta de Santa María y que finalizaba con un claro 23-31 a favor de los Dani Dujshebaev y compañía. Más ajustado estuvo el marcador en el partido de la segunda vuelta de esta temporada 2015-2016 (31-29). Una campaña después el filial blaugrana también se quedaba con los cuatro puntos en juego (28-29 y 31-23), y hubo que esperar a la pasada temporada para poder saborear la primera victoria contra este equipo (29-26), aunque en el duelo disputado en Barcelona el correctivo fue amplio (37-22). El balance final, por tanto, es de 1/5 a favor del equipo que en la actualidad entrena Roi Sánchez.
Este Barça B mantiene la mayoría de los jugadores de la pasada campaña, con pocas excepciones. Se retiró el veterano pivote Víctor Tremps y llegaron como refuerzos los jóvenes Janek Klein y Juri Knorr, las dos perlas del balonmano alemán que brillaron en el último Mundial juvenil. Además, los jugadores Aleix Pascual y Mamadou Diocou, que ya han debutado con el primer equipo, son dos de las referencias ofensivas de un equipo que es el segundo máximo goleador de la Liga (32,1 de media por encuentro) y, curiosamente, el más goleado (29,8).