Aumentan un 22% las estafas en la red

Pilar Muñoz
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Desde la Comisaría recomiendan «ser cautos» y adoptar las precauciones para no caer en la red de los ciberdelincuentes

Las denuncias por timos y estafas a través de internet siguen dibujando una curva ascendente en Ciudad Real, como en casi todo el territorio nacional a pesar de las advertencias de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Así se desprende del último informe estadístico del Ministerio del Interior dado a conocer esta semana.

Las cifras de los fraudes informáticos, las ‘ciberestafas’ siguen reinando en el oscuro universo de la cibercriminalidad. Los hechos conocidos de infracciones penales de esta naturaleza se han incrementado un 10% en el último año respecto al anterior, al pasar de 629 a 690.

Las «ciberestafas» han aumentado considerablemente, aseguran a este diario desde la Comisaría provincial de Ciudad Real tras insistir en la necesidad de adoptar todas las medidas de seguridad para evitar caer en la red de los ‘ciberestafadores’ y ‘ciberladrones’ porque «la investigación policial» y judicial de los casos «es difícil» ya que muchas de las páginas web u otros señuelos están montados en países remotos y cambian constantemente para no ser atrapados.

En Ciudad Real «la estafa es el delito que más se da en internet», indica a este diario el inspector Máximo, jefe Grupo de Delincuencia Tecnológica y Económica de la Comisaría Provincial.

Según los datos del Ministerio del Interior, los hechos delictivos denunciados en Ciudad Real a lo largo de 2017 por fraude informático (estafas en su mayoría) se han incrementado un 22%. De 362 se ha pasado a 442, pese a las recomendaciones y advertencias de la Policia Nacional. En 2011 se registraron 210, que se elevaron a 290 al año siguiente para disminuir en 2013 con 254. Pero a partir de ese año ha ido subiendo hasta alcanzar los 442 después de un ligero descenso en 2016 tras la subida en 2015 con 436.

Alquileres falsos. Hoy empieza el verano y con él las vacaciones que se pueden convertir en un suplicio si la vivienda en la playa o la montaña alquilada no existe o no reúne las condiciones pactadas.

El jefe del Grupo de Delincuencia Tecnológica y Económica de la Comisaría Provincial de Ciudad Real es tajante en su juicio sobre los timos y estafas en la red: nadie da duros a cuatro pesetas, «hay que desconfiar de las gangas, de los chollos», indica para, a renglón seguido, explicar que lo mismo que en las compras en comercios tradicionales se mira por regla general todo y se compara, en la red hay que hacer lo mismo.

Pero, según su experiencia, en internet «somos pocos cautos, no tenemos la concepción de la vida virtual». El usuario tiene «poca precaución» al hacer las compras por internet, «en la calle sí miramos pero en internet no, nos fiamos y no buscamos más allá». En la red «hay que tener el mismo reparo que cuando vamos a comprar a alguna tienda, ver si nos merece o no consideración. Y con los alquileres de las viviendas en vacaciones igual», subraya el inspector que insiste en la importancia de adoptar todas las medidas de seguridad cuando se navega por la red para evitar caer en las redes de los ciberestafadores.

«Alguien que se maneje bien en la red y dedique sus pensamientos a hacer el mal puede obtener una rentabilidad bastante alta si no somos cautos», asegura.

Insiste en la complejidad que encierra la investigación de estos delitos. «Se pone la denuncia, se comunica al banco y luego hay que buscar para ver dónde se encuentra el delincuente», que muchas veces opera a miles de kilómetros.

«Cuando se sale del ámbito europeo es más complicado dar con el estafador. Se hacen las investigaciones pero suelen ser más lentas y costosas».

Según el inspector, «somos muy propensos a facilitar datos en exceso por internet y hay se más cauteloso» porque no sabemos dónde van a ir a parar y qué uso se van a hacer de ellos. Algunos de estos hechos delictivos guardan relación con las menazas y coacciones, que han disminuido ligeramente en el último año al pasar se 129 a 121. «Aprovechan la red, un foro, para insultar, amenazar y coaccionar». Sin embargo, en los delitos contra el honor ha habido un repunte, de 35 en 2016 se ha pasado a 40 en 2017.

La suplantación de identidad es otro caballo de batalla. Es uno de los delitos más comunes en las redes. « Ponerse delante del ordenador y lanzar improperios contra otra persona o facilitar su número de teléfono o identidad en foros de cita es una práctica deleznable» y lamentablemente también frencuente.

En la cibercriminalidad es muy difícil la labor preventiva de la Policía Nacional y, por ello, precisamente insisten con las recomendaciones para no caer en las redes de los ciberdelincuentes. No hay un perfil de víctimas, jóvenes y mayores, cualquiera puede picar en el anzuelo si no se es cauto.