Retuerta registra sus caminos para obtener el POM

Ana Pobes
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El Consistorio prevé terminar el inventario de los 300 kilómetros de caminos de la localidad en agosto con el fin de que el Plan de Ordenación entre en vigor en 2019

Retuerta del Bullaque contará en un futuro próximo con su primer Plan de Ordenación Municipal (POM).  En la actualidad, el municipio se rige por la normativa del Proyecto de Delimitación de Suelo Urbano, aprobado en 1986 por Comisión Provincial de Urbanismo.    
El Ayuntamiento lleva trabajando en el Plan de  Ordenación Municipal desde el año 2005; trece años en los que se han llevado a cabo numerosos trámites y se han superado diferentes vicisitudes tras pasar el documento técnico dos veces a exposición pública. Gestiones y procedimiento que verán por fin la luz en los próximos meses tras estar ultimando el inventario de los  caminos existentes en la localidad. Un requisito exigido por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Medio Ambiente, de cara a obtener la aprobación definitiva del futuro Plan de Ordenación Municipal. Así lo comenta a La Tribuna el alcalde de la localidad, Miguel Ángel Villa, quien manifiesta que Retuerta del Bullaque cuenta con unas 65.000 hectáreas de terreno con carácter municipal, lo que supone alrededor de «300 kilómetros de caminos rurales». Caminos, continúa comentando Villa, que se han clasificado en tres categorías dependiendo de diferentes aspectos como la anchura,  la longitud y el número de cunetas. Inventario que se está ya ultimando y que el Ayuntamiento prevé finalizar el próximo mes de agosto de cara a que el Plan de Ordenación Municipal entre en vigor en 2019. Un reto que después de trece años verá por fin la luz, ya que «la idea es finalizar este año con el POM aprobado». 

Para el alcalde, la puesta en marcha del POM supone dar un paso más en las actuaciones urbanísticas que puedan producirse en los próximos años en el municipio a pesar de que a día de hoy «no son muchas» y las perspectivas de futuro no son halagüeñas, pues «la población es cada vez más envejecida, no nacen niños y no hay industria ni negocio, tan solo ganado y alguna finca que ayuda a mantener el empleo». Apenas se construyen viviendas, las últimas -recuerda- fue hace trece años, cuando en 2005 se construyeron diez viviendas en Pueblonuevo -una de sus pedanías- de las que se vendieron seis, tres se alquilaron y una aún se encuentra vacía, por lo que «no se pueden adjudicar o hacer más viviendas cuando tienes ya desocupadas». Ésta situación, lamenta, es la misma que viven otros muchos pueblos pequeños de la provincia, donde «no se crece, sino que se disminuye», pero el POM, puntualiza Villa, es un trámite necesario que  la Administración exige también a los pueblos pequeños de cara a que «todo esté mucho más legalizado».