Capitán Miguel Sánchez

Manuel Espadas
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El jugador ciudadrealeño, con sólo 23 años, ha heredado el brazalete del BM Logroño tras la retirada del veterano Gurutz Aginagalde

Miguel Sánchez-Migallón, en una acción de ataque con su equipo. - Foto: BM Logroño

Hace unos días el veterano guardameta del BM Logroño La Rioja Gurutz Aginagalde anunciaba su retirada como jugador en activo para pasar a sentarse en el sillón presidencial del CD Bidasoa. Su brazalete de capitán quedaba huérfano y el entrenador, Miguel Ángel Velasco, y el resto de compañeros no dudaban en entregar ese honroso accesorio textil al ciudadrealeño Miguel Sánchez-Migallón, pese a que el extremo sólo tiene 23 años de edad. 

Miguel Sánchez asume el reto con responsabilidad, mucho orgullo y ganas, destacando que «tengo la suerte de que es un equipo muy joven. Hay muy buen ambiente en el vestuario y eso lo hace todo más fácil».

Aunque en el conjunto riojano hay jugadores con más edad que él, el hecho de llevar ya cinco temporadas en el equipo le ha convertido en toda una referencia. Por ello, asume la capitanía con la ‘naturalidad’ que le da toda la experiencia acumulada ya en este club, a la que hay que añadir sus años de formación en el BM Ciudad Real y en el Atlético de Madrid.

Pero al margen de capitanías, lo que a Miguel Sánchez le obsesiona ahora son las «finales» que le quedan para que su equipo se meta entre los cuatro primeros al final de la primera vuelta para poder disputar la Copa Asobal.

Además, también reconoce que en la Copa EHF la situación no puede ser más exigente, pues el sorteo de la fase de grupos le ubicaba en el Grupo A junto a dos de las más ‘feas’ del baile, el Fuchse Berlin alemán, y el Saint-Raphael francés, además del Balatonfüred húngaro. «No pudimos tener peor suerte», dice resignado el nuevo capitán del BM Logroño.