Esfuerzo y compromiso

M. Lillo
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La Hermandad del Santísimo Cristo Ultrajado y Coronado de Espinas y Santa María del Perdón completó su estación de penitencia tras la que es una de las salidas más complicadas, pues se realiza de rodillas desde La Merced

El paso de palio de la Virgen es portado por 35 costaleras que, al igual que con el Cristo, salen y entran de rodillas en La Merced./ - Foto: PABLO LORENTE

Con una puntualidad británica, a las 17.30 horas de la tarde comenzaban a salir de la Parroquia de Santa María del Prado (La Merced), los primeros hermanos de la Hermandad del Santísimo Cristo Ultrajado y Coronado de Espinas y Santa María del Perdón y lo hicieron bajo un cielo despejado que aparcaba la probabilidad de que la lluvia hiciera acto de presencia y ‘aguara’ el trabajo, el esfuerzo, las ganas y la ilusión que hay detrás de tan esperado momento.

La procesión de La Coronación, como es conocida popularmente por los ciudadrealeños, salió a la calle para cumplir con su estación de penitencia y contó con el cariño, el apoyo y la admiración de muchos fieles que quisieron acompañar a los 355 hermanos con los que cuenta esta Cofradía que tiene como hermano mayor a Santiago García Ortega, quien confesó haber estado «todo el día rezando para poder salir» en la jornada ayer, Domingo de Ramos.

El misterio representa a Jesús sentado y maniatado mientras es coronado de espinas. /
El misterio representa a Jesús sentado y maniatado mientras es coronado de espinas. / - Foto: PABLO LORENTE
La salida del templo fue uno de los momentos más emotivos y más bellos, pero también es de los de más complicados y meritorios, al igual que el regreso tras haber realizado alrededor de cinco horas de desfile procesional.

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