La jornada de huelga en las prisiones de Herrera y Alcázar con cerca de 300 funcionarios se presenta «caliente» y con «un seguimiento del 100%», aseguran a este diario responsables del sindicato Acaip, que ha convocado el paro junto a CSIF, UGT, CCOO y CIG.
De entrada, van a montar piquetes informativos en las puertas de los centros penitenciarios, como Herrera de La Mancha, donde está previsto que acudan familiares de presos que van a visitarlos como cada sábado, entre cristales, en locutorios, según previa cita. Entre ellos figuran los parientes de los seis etarras que quedan en el penal manchego. Familiares que se encontraran con la protesta de los funcionarios, que han motivado disponer de un amplio dispositivo policial, aunque los representantes de los trabajadores no confirman este extremo.
Sí aseguran a este diario que no entienden la postura del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que «no se ha dignado a abrir un diálogo con los representantes de los trabajadores de Instituciones Penitenciarias pese al grave problema que hay en las prisiones desde hace tiempo». «No puede escurrir el bulto», subraya Javier Ortega, de Acaip, quien recuerda la situación que se vive en las prisiones de Herrera de La Mancha y Alcázar y también las reivindicaciones: más personal (el déficit de plantilla es histórico, no se cubren las jubilaciones, bajas por enfermedad o fallecimiento), exigen igualdad retributiva de justicia con todos los centros penitenciarios de España y que la seguridad exterior pase de nuevo como dice la ley a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Según sostiene Acaip, el Gobierno destina «una partida de casi 200 millones a la seguridad privada en el exterior de las prisiones». «La ley dice que la vigilancia exterior en las cárceles la tienen que hacer las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado», apostillan tras criticar que se «tire el dinero».
Entre las demandas también está la seguridad de los funcionarios y medidas para evitar agresiones de los presos. «No podemos entrar a trabajar con miedo», concluyen al inicio de la huelga.